Los Santos son los protagonistas de la Historia.

El Nombre que nos imponen cuando nos Bautizan, nos hace únicos, y es el que como hijos de Dios determina nuestra misión en la vida para proclamar la Buena Nueva.

sábado, 26 de agosto de 2023

SAN JUNÍPERO SERRA. Su lema era: "Siempre adelante, nunca hacia atrás."

 26 de Agosto

Hoy es San Junípero Serra, que nació en Petra, Mallorca, el 24 de noviembre de 1713, siendo bautizado con el.nombre de Miguel José. Estudió en el convento de San Bernardino. A sus 16 años bajó a Palma y entró como postulante de la Orden Franciscana  en el convento de Jesús (que dio nombre a la calle Jesús en el que estaba, y donde actualmente se ubica el hospital psiquiátrico). Tomó el nombre de Junípero, que fue uno de los compañeros de San Francisco de Asís. Estudió Teología y Filosofía en el convento de San Francisco y se doctoró en la Universidad Luliana, ganando la cátedra de Prima Teología.

Era un gran predicador que recorría la isla moviendo las almas a mayor conversión.  Se avivó en su corazón el celo de convertir a los infieles y el santo deseo del martirio.  A sus 35 años le llegó el envío para ir a misiones al Nuevo Mundo, y escribió una carta de despedida a sus padres, en la que, entre otras cosas decía:
"Bendito sea Dios, hágase su voluntad...En ganando el Cielo, todo lo demás de nada aprovecha, y perdiéndolo, de nada sirve lo demás." El 13 de abril de 1749 se embarcó con Fray Francisco Palou (que después sería su biógrafo).

De Mallorca fue a Málaga, y el capitán del barco, que era anglicano, por odio a la fe intentó matarlo con un cuchillo.
De Málaga partió a Cádiz y de allí se embarcó hacia América. Cabe decir que en estos viajes ya aprovechó evangelizando a tripulación y pasajeros.

Rumbo a América tuvieron que racionar la comida y el agua. Finalmente atracaron en Veracruz (en el actual estado de Méjico) el 7 de diciembre, de donde se dirigió a pie hasta la capital de Méjico. Durante este camino se le apareció San José, y no es éste el único prodigio de su vida.
También durante ese camino sufrió una mordedura o picadura que le provocó una cojera de la que nunca se curó, pero él siguió caminando durante treinta y cinco años con su lema:
"Siempre adelante, nunca hacia atrás."

Primero estuvo ocho años en Sierra Gorda, en la Nueva España (actual Méjico).
Después, cuando Carlos III expulsó a los jesuitas, las misiones que estos regentaban fueron confiadas a diversas órdenes religiosas, tocándoles a los franciscanos, las de una parte de la Baja California, y hacia allí fue destinado San Junípero.

Más adelante avanzaron hasta la Alta California, un territorio al que no había llegado la Palabra de Dios.

Allí los indios vivían en un estado de salvajismo, y ni sabían cultivar la tierra. San Junípero les introdujo en la agricultura, les enseñó a vestir con decencia, y lo más importante de todo, les predicó la fe que salva.

Los indios que libremente quisieron, fueron a vivir a las misiones españolas, donde progresaban notablemente en su bienestar material, y se sentían seguros frente a contiendas con otras tribus indígenas, ya que los soldados españoles les defendían (no olvidemos que la América precolombina fue de una crueldad tremenda, y gracias a la conquista española, aquellos indios descubrieron la fe verdadera y se civilizaron).

Algunos indígenas se mostraron hostiles, y quemaron misiones que San Junípero había levantado, y hasta asesinaron a Fray Luís Jaume, uno de sus compañeros, ante lo cual San Junípero dio gracias a Dios porque se había regado aquella tierra con sangre martirial.
Al mismo San Junípero intentaron también asesinarlo poniendo veneno en el vino que debía utilizar para la misa, pero salió indemne.

San Junípero fundó las misiones de San Diego, San Carlos Borromeo, San Antonio de Padua, San Gabriel Arcángel (en la actual ciudad de Los Ángeles), y San Luís. Y participó y colaboró en las fundaciones de San Juan Capistrano, San Buenaventura, Sta. Clara y San Francisco.
Las misiones que él fundó, con el tiempo se convirtieron en populosas ciudades.

San Junípero fundó y cooperó en misiones  que con el tiempo se han convertido en populosas ciudades, como San Francisco, San Diego, Los Ángeles, etc.
Junto a sus compañeros, convirtió a más de siete mil indígenas a los que bautizaron.

Su vida de santidad es evidente. No constan errores ni pecados notorios en su vida, y sin embargo, era tal su humildad, que al firmar añadía "Indignísimo sacerdote."
El P. Francisco Palou en su "Relación Histórica", señala que se superó el número de 7.000 bautizos realizados por San Junípero y otros compañeros en California.
El santo falleció el 28 de agosto de 1784 a sus setenta años, en la misión por él fundada de San Carlos Borromeo, en la que se conservan sus reliquias.

Su figura está en la galería de la fama del Capitolio de Washington, en EEUU, y está considerado uno de los padres de la patria, como fundador y civilizador de California.

Semblanza:

La vida de San Junípero Serra se distingue por sus valientes hazañas en la fundación de misiones en medio de los áridos y desafiantes desiertos. Su legado está marcado por la creación de refugios y centros de aprendizaje en lugares aparentemente inhóspitos. Estos enclaves se convirtieron en oasis de conocimiento y espiritualidad en medio de la vasta extensión desértica.


Uno de los aspectos más destacados de la labor de San Junípero Serra fue su extraordinaria acogida tanto a los indígenas nativos como a aquellos que huían de las dificultades del norte de América. Su enfoque compasivo y comprensivo hacia los más necesitados lo llevó a establecer comunidades agrícolas que promovían el entendimiento intercultural con la oración y la misa, lo que ayudaba a la coexistencia pacífica. Estos lugares de encuentro se convirtieron en símbolos de esperanza y reconciliación en una época marcada por la turbulencia.


La contribución más significativa de San Junípero Serra radica en las innumerables conversiones y bautizos que llevó a cabo. Su dedicación incansable a difundir la fe cristiana y compartir su profundo compromiso espiritual resultó en la transformación de muchas vidas. A través de su ejemplo de amor y servicio, logró tocar los corazones de aquellos que buscaban un propósito más elevado, guiándolos hacia un camino de redención y renovación espiritual.


La vida de San Junípero Serra es un testimonio vivo de la fuerza del sacrificio personal y la determinación en la búsqueda de la justicia y la unión entre diversas comunidades. Su legado perdura a través de las misiones que fundó, que se han convertido en símbolos duraderos de su arduo trabajo y su visión de un mundo más compasivo y unido. Su historia nos inspira a seguir su ejemplo al construir puentes entre culturas, brindar apoyo a los más necesitados y difundir los valores de amor y comprensión en todos los rincones de la tierra.

Didac Polo 

 

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