Los Santos son los protagonistas de la Historia.

El Nombre que nos imponen cuando nos Bautizan, nos hace únicos, y es el que como hijos de Dios determina nuestra misión en la vida para proclamar la Buena Nueva.

LOS SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS

 2 de octubre, Santos Ángeles Custodios.


El Ángel San Gabriel protector de Palma de Mallorca

Desde un primer momento, los reyes de Mallorca demostraron devoción hacia estos espíritus celestes. Recordemos que Jaime II, en 1309, ordenó personalmente la creación de varios ángeles al escultor rosellonés Antoni Campredon. En ese encargo destacaba la realización de un ángel-veleta (San Gabriel), el cual debía coronar una de las torres que se estaban reconstruyendo sobre las ruinas de la antigua alcazaba islámica, y que ahora estaba llamada a convertirse en residencia principal de la nueva dinastía real mallorquina: el castillo de la Almudaina.

    La Biblia nos habla de su existencia, y nos permite saber que al principio Dios creó diversas jerarquías angélicas. Por eso, Sto. Tomás de Aquino, enseña que hay nueve jerarquías:

   Serafines, Querubines y Tronos, que forman la augusta corte de la Santísima Trinidad.
   Dominaciones, que asisten al gobierno del Universo.
   Virtudes, que ayudan en la fijación de las leyes naturales.
   Potestades, que refrenan a los demonios.
   Principados, bajo cuyo amparo están los reinos y naciones.
   Arcángeles, para comunidades menores.
   Y finalmente los Ángeles, de entre los que se encuentran los Ángeles Custodios.

   De los ángeles custodios habla la Escritura: "A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos." (Sal 90,11). Y también: "¿Acaso no son todos ellos espíritus destinados al servicio, enviados para asistir a los que tienen que heredar la salvación?" (Heb 1,14).

    Nuestro Señor Jesucristo también habló de los ángeles custodios cuando dijo: "Los ángeles de los niños ven a Dios cara a cara." (Mt 18,10).

    ¿Crees que no puedo acudir a mi Padre, y al instante pondría a mi disposición más de doce batallones de ángeles? Mateo 26:53

    Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente. Lucas 15:10

    El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre. 1 Tesalonicenses 4:16-17

     Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.» Lucas 2:10

Y he aquí, se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. Mateo 28:2-7

    No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Lucas 1:30-31

     "Decir: No creer en los ángeles porque no los percibo, no los oigo y no los veo, es similar a no creer que estamos rodeados de noticias de actualidad, fútbol y música que emiten radios, simplemente porque no las oímos ni las percibimos directamente."

   Hubo santos que vieron a su ángel de la guarda, como Sta. Inés, San Francisco de Asís, San Francisco de Sales, San Pío de Pietrelcina, etc.

   San Jerónimo escribió: "Grande es la dignidad de las almas, cuando cada una de ellas tiene un ángel destinado a su custodia."

   San Agustín enseña que el ángel de la guarda nos ama como hermanos.

   Sobre ellos dice San Bernardo de Claraval, que aunque están junto a nosotros "porque Dios les ha dado esta orden, no por ellos debemos dejar de estarles agradecidos, pues cumplen con gran amor esta orden y nos ayudan en nuestras necesidades."

   La existencia de los ángeles de la guarda es una verdad de fe contenida en las Escrituras, por lo que quien no cree en ellos está separado de la doctrina católica.

   La existencia de los ángeles está definida por el Concilio de Letrán IV, Florencia, Trento, etc. (Dz 428, 706, 994). Lo que no está definido por la Iglesia es el  momento en que se nos da la ayuda del ángel de la guarda, sobre lo que existen diversas opiniones.  
 
   Orígenes habla de la opinión de quienes piensan que se da en el momento de nacer y los que creen que se da en el momento del bautismo. San Jerónimo, consideraba que se nos daba antes de nacer. Y Sto. Tomás al principio defendió que se daba antes de nacer, en el momento que se da el alma al hombre, y después cambió de opinión  y defendió que se da en el momento del nacimiento (de modo que antes de nacer, el hombre estaría bajo la protección del ángel de la madre).

   La opinión del que suscribe, es que el ángel de la guarda se nos da en el momento de la concepción, junto a la animación (Se nos da alma y ángel de la guarda cuando somos cigoto).

   Sto Tomás afirma que a todo hombre se le da un ángel de la guarda: "Los réprobos e infieles...no están privados de... la guardia angélica. Y aunque este auxilio no les sirva para conseguir por medio de sus buenas obras la vida eterna, les sirve para apartarse de ciertos males."

   Seamos devotos de nuestro ángel custodio y recémosle cada día. Podemos hacerlo de muchas maneras, como por ejemplo con la clásica oración: "Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, no me dejes solo, que me perdería."

 

 


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