II CONFERENCIA CUARESMA en Santa Catalina Thomás

22-3-2023 (Notas tomadas a vuela pluma)



Mossèn: Teodoro Suau

Oración que rezaba un judío gaseado en Auschwitz, por la maldad y crueldad de los intolerantes que se creen ser Dios:

-Señor cuando vengas en toda tu gloria, no quieras acordarte sólo de las personas de buena voluntad… Acuérdate también de los malvados, que han creado en nosotros tanta humildad, grandeza de ánimo, solidaridad, fidelidad…, para que les sirva de redención.

Eso comentó un Rabino.
“Si los judíos perdemos la fe después de Auschwitz, le damos la razón a los nazis”.

 DIOS ES AMOR.

Cuál es la aportación de Jesus a la humanidad… Jesús tiene una única idea: Dios es “Amor sin límites”, que no quiere decir: manga ancha.
No hay nada en el mundo que sea causa suficiente por lo que Dios pueda dejar de amarnos.

Sólo hay un absoluto que pueda ser tenido como tal absoluto, y es: DIOS ES AMOR. 
Y puntualiza Jesús: quien quiera ser mi discípulo, tiene que coger su cruz y aceptar este principio.

Y qué somos nosotros?  Nosotros ya seamos: judíos, cristianos, musulmanes, hombre y mujeres… Somos hijos.

Jesús que es un perfecto contador de parábolas, cuenta con sencillez cosas que pasan, ya que Jesús no es un profesor de universidad, ni un filósofo que se adorna. Jesús conoce nuestros corazones y limitaciones… Y por esta razón narra temas como el hijo pródigo, la oveja perdida… Pero luego siempre introducía algo que no cuadraba…? Es como si pusiera una piedra en el camino.

Quién es Jesús explicando la parábola del hijo prodigo… Que en definitiva es la parábola del “padre bueno”.

Un padre con dos hijos y el pequeño que en la época de Jesús sólo tenía derecho a ser mantenido, ya que la herencia era para el mayor… Cuándo pide que le den la parte de su herencia no tenía ningún derecho. Pero su padre se la da, mientras ve como su hijo parte para dilapidarla en pasiones, frustraciones… Hasta quedarse sin nada y disputando para comer las algarrobas a los cerdos. Lucas 15:11-32

Su padre siempre salía a la puerta de su casa para ver si venía… Y cuándo lo vio venir de lejos (que no lo había ido a buscar), se conmovió en sus entrañas y sale a su encuentro.

“La misericordia de Dios supera todas las barreras, y, aceptar a Cristo, devuelve a la condición de hijos”.

Y el padre dice: este joven estaba muerto y ha resucitado. El Dios de Jesús es alguien que se conmueve cuando nosotros vamos a Él. Pero él no viene a buscarnos.

Todo es amor y deseo de comunión en el amor. Por eso nos dice Jesús, que seremos juzgados por el amor (que son los obras de misericordia), y no por los sentimientos. 
Lo que nos invita a “ser cercanos a quienes tienen necesidad”.