Los Santos son los protagonistas de la Historia.

El Nombre que nos imponen cuando nos Bautizan, nos hace únicos, y es el que como hijos de Dios determina nuestra misión en la vida para proclamar la Buena Nueva.

EL PERFIL INSPIRADOR DE UN SACERDOTE CATÓLICO COMPROMETIDO

    En un mundo lleno de desafíos y dificultades, la presencia de un buen pastor católico, fiel a la Iglesia, al Papa y a los obispos, comprometido con los sacramentos y dedicado a ayudar a los pobres, necesitados y desprotegidos, se convierte en un faro de esperanza y guía espiritual. Inspirado en las palabras de Jesús, quien se compadeció de las multitudes y las comparó con ovejas sin pastor, exploraremos los aspectos fundamentales que definen a un pastor ejemplar en la Iglesia Católica actual.

  1. Enseñanza del Evangelio del Reino: Un buen pastor católico se dedica a enseñar el Evangelio del Reino en todas las ciudades y aldeas a su alcance. Siguiendo el ejemplo de Jesús, proclama la Palabra de Dios en los templos y otros lugares de culto, ofreciendo orientación espiritual y llevando a las personas a un mayor conocimiento de su fe. A través de sus sermones y enseñanzas, busca transmitir los valores fundamentales del amor, la misericordia y la justicia.

  2. Curación de enfermedades y dolencias: Al igual que Jesús, un pastor comprometido se preocupa por el bienestar físico y emocional de su rebaño. Busca brindar curación y consuelo a través de los sacramentos de la Iglesia, como la Eucaristía, la Reconciliación y la Unción de los Enfermos. Con empatía y compasión, se acerca a los enfermos y afligidos, ofreciéndoles apoyo espiritual y físico, y recordándoles que Dios siempre está presente en medio de sus sufrimientos.

  3. Compasión por los necesitados y desprotegidos: El corazón de un buen pastor se conmueve al ver a los pobres, necesitados y desprotegidos. Inspirado en la vida y los enseñanzas de Jesús, se compromete a servir a los más vulnerables de la sociedad, brindándoles apoyo práctico y espiritual. Trabaja incansablemente para aliviar el sufrimiento de los marginados, ofreciendo asistencia material, refugio y consuelo a aquellos que lo necesitan desesperadamente.

  4. Ausencia de puritanismo y apertura a todos: Un buen pastor católico acoge a todas las personas, sin importar su pasado, errores o circunstancias. Evita el puritanismo y el juicio, en su lugar, se muestra comprensivo y misericordioso, inspirando a otros a experimentar el amor incondicional de Dios. Su acogida cálida y abierta crea un ambiente de pertenencia y aceptación, fomentando la participación activa de todos en la vida de la comunidad eclesial.

Conclusión: En un mundo necesitado de líderes espirituales que sean guías confiables y compasivos, el perfil de un buen pastor católico se vuelve más relevante que nunca. Al seguir los pasos de Jesús, enseñando el Evangelio, curando dolencias, mostrando compasión por los necesitados y desprotegidos, y evitando el puritanismo, estos pastores ejemplares se convierten en instrumentos de la gracia divina y fuentes de inspiración para aquellos que los rodean. A través de su servicio desinteresado y dedicado, contribuyen al fortalecimiento de la Iglesia y al florecimiento de la fe en la comunidad católica.

Nota: En este perfil, tengo presente cuanto afirma la Exhortación Apostólica Post-sinodal Pastores Dabo Vobis: «En verdad no se da ministerio sacerdotal sino en la comunión con el Sumo Pontífice y con el Colegio episcopal, particularmente con el proprio Obispo, hacia los cuales debe observarse obediencia y respeto» (PDV 28).

Dídac Polo 12 de Julio 2023

 

 

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