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El Nombre que nos imponen cuando nos Bautizan, nos hace únicos, y es el que como hijos de Dios determina nuestra misión en la vida para proclamar la Buena Nueva.

domingo, 11 de diciembre de 2022

SAN DÁMASO

Dámaso, nombre masculino de origen griego, cuyo significado es 'domador'. Actualmente, en España, 2.030hombres celebran su santo gracias a San Dámaso I papa.


Cada 11 de diciembre recordamos a San Dámaso I, trigésimo séptimo papa de la Iglesia Católica. Su pontificado duró 18 años, desde el 1 de octubre de 366 al 11 de diciembre de 384. Se le conoce por haber sido un asiduo defensor de la Iglesia, en particular de la institución papal.

San Dámaso tiene origen español y nació hacia el año 305. Su pontificado se centra entre el año 366 al 384. Fue diácono de la Iglesia de Roma durante el pontificado del Papa Liberio.

Fue promotor del culto a los mártires y quien introdujo la doxología trinitaria u oración del “Gloria” ("Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén") en la liturgia.

El Papa San Dámaso nació alrededor del año 304, en Gallaecia (Hispania), Idanha-a-Velha (actual Portugal). Desde pequeño vivió en Roma, ciudad en la que crecería y donde llegó a descubrir su vocación eclesiástica. Fue diácono y luego presbítero de la iglesia de San Lorenzo mártir. Se desempeñó como secretario de dos pontífices, San Liberio y San Félix.

Elección

Dámaso fue elegido como sucesor de San Pedro en el año 366, en medio de un ambiente de tensión al interior de la Iglesia. Paradójicamente, al inicio su elección fue rechazada por los seguidores del difunto Papa Liberio, a quien había servido con devoción.

Sus opositores, influenciados por el arrianismo, escogieron y pusieron como Papa al diácono Ursino, pero lo hicieron de manera irregular.

En el año 367, el emperador Valentiniano desterró a Ursino a Colonia y reconoció a Dámaso como el auténtico Papa. Sin embargo, sus opositores no dejaron de hostigarlo. En el año 378, Dámaso fue acusado falsamente ante el emperador Graciano, pero las acusaciones fueron desestimadas por este y, poco después, por el sínodo de obispos.

Su elevación a la cátedra de Pedro no se vio exenta de contrastes por los diferentes conflictos de los dos partidos opuestos. A pesar de todo, los frutos de su pontificado no se dejaron esperar. Haciendo caso omiso a las amenazas imperiales, instó a los obispos y demás miembros de la iglesia, que se habían adherido al arrianismo, y los dirigió a la Iglesia a la unidad de la doctrina. Estableció el principio de la comunión con el obispo de Roma era signo de reconocimiento de un católico y de un obispo legítimo.

El encargo más importante de todos

Dámaso también fue un defensor vigoroso de la fe católica. Durante los sínodos romanos de los años 368 y 369, condenó el apolinarismo y macedonianismo, dos herejías contra la naturaleza de Cristo y la divinidad del Espíritu Santo, respectivamente.

Asimismo, se preocupó por asistir a la Iglesia en Oriente, que también libraba una batalla contra el arrianismo. Por otro lado, en el orden civil, apoyó la petición de los senadores cristianos para retirar el altar a la diosa Victoria, ubicada en el Senado.

Fue testigo, además, de la asunción al trono imperial de Constantino I -quien detuvo la persecución contra los cristianos- y de la proclamación del decreto “De fide Católica” de Teodosio I, el 27 de febrero de 380, por el que el catolicismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano

En el año 380, durante el sínodo de Roma, el Papa Dámaso expresó su profundo agradecimiento a los jefes del imperio que habían devuelto a la Iglesia la libertad de administrarse por sí misma. Con esta libertad establecida, los antiguos lugares de oración como las catacumbas se habrían arruinado si este extraordinario hombre de gobierno no hubiera sido al mismo tiempo un poeta sensible a los antiguos recuerdos y a las gloriosas huellas dejadas por los mártires.

Con todo, no sólo exaltó a los mártires en sus famosos “títulos” (epigramas grabados en lápidas por el calígrafo Dionisio Filocalo), sino que, además, los honró dedicándose personalmente a la identificación de sus tumbas y a la consolidación de las criptas en donde se guardaban sus restos.

San Dámaso participó de las obras en la iglesia de San Lorenzo Extramuros y mandó construir la basílica de San Sebastián en la Vía Apia.

El Papa Dámaso tuvo como secretario a San Jerónimo, a quien encargó la traducción de la Biblia al latín, cuyo resultado es la famosa versión conocida como "La Vulgata", referente canónico hasta hoy.

Probada sencillez

Murió el 11 de diciembre del año 384, a la edad de 80 años. Fue sepultado en la tumba que él mismo había preparado, alejada de los mausoleos imperiales, dentro de una de las catacumbas de Roma. 

En la cripta de los Papas de las catacumbas de San Calixto, él añadió: “Aqui, yo, Dámaso, desearía fueran enterrados mis restos, pero temo turbar las piadosas cenizas de los mártires”. San Jerónimo asegura que el Papa Dámaso murió casi a los ochenta años. Fue enterrado en la tumba que él mismo se había preparado, humildemente alejada de las gloriosas cenizas de los mártires, sobre la vía Ardeatina. Un tiempo después sus restos mortales fueron trasladados a la iglesia de San Lorenzo.

Sobre su sepulcro fue construida la célebre basílica romana que hoy lleva su nombre. Su legado para la cristiandad, en todos los sentidos, es invaluable.

 

 

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