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jueves, 11 de julio de 2024

FIESTA DE SAN BENITO, PATRONO DE EUROPA: Nos enseña a proceda con prudencia y no ser extremosos en nada.

   El 11 de julio se celebra la Fiesta de San Benito, patrono de Europa, cuya vida y legado dejaron una profunda huella en la historia del continente. La obra "Diálogos" de San Gregorio Magno es un valioso recurso para comprender su vida y contribución.


San Benito nació alrededor del año 480 en Nursia, Umbría, posiblemente el 2 de marzo. Proveniente de una familia noble, renunció a las riquezas y comodidades del mundo para abrazar una vida eremítica. Se retiró a una cueva de difícil acceso, donde vivía en completa soledad y se dedicaba a la oración y la penitencia. Su alimento le era suministrado en un cesto atado a una cuerda, lo cual requería que bajara a recogerlo cuando escuchaba el sonido.

Pronto, San Benito comenzó a atraer discípulos, entre ellos Plácido y Mauro. Juntos, abandonaron la vida eremítica y fundaron monasterios, siendo el más famoso de ellos el célebre Montecasino. En este lugar, San Benito escribió la Regla, una guía espiritual y de disciplina monástica que sería seguida por millones de monjes en todo el mundo. Esta Regla, difundida ampliamente, le otorgó el título de patriarca del monaquismo occidental. Fundó numerosos monasterios y centros de formación que se convirtieron en focos de cultura y fe en tiempos de crisis.

La influencia de San Benito en la transmisión de la cultura durante la Edad Media fue indiscutible. Actualmente, se estima que más de 1500 monasterios en los cinco continentes siguen la Regla de San Benito. Esto lo convierte en el verdadero padre del monaquismo occidental y destaca su papel crucial en la evolución de la historia europea.

Una de las máximas más conocidas de la Regla de San Benito era "Ora et labora" (reza y trabaja), que enfatizaba la combinación equilibrada de la oración y el trabajo en la vida monástica. Los monjes debían dedicar tiempo tanto a la comunión con Dios como al trabajo necesario para su sustento y desarrollo espiritual.

San Benito confiaba profundamente en la oración y solía decir: "Acudo constantemente a la oración como al gran manantial inagotable de las gracias, y nunca he acudido inútilmente". A lo largo de su vida, enfrentó las tentaciones y agresiones del demonio, pero también recibió grandes dones y realizó milagros notables.

San Benito era conocido por su rigor espiritual y su estilo de vida ascético. Se levantaba a las dos de la madrugada para rezar los salmos y pasaba horas dedicado a la oración y la meditación. También realizaba trabajo manual, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, y consideraba el trabajo como algo honroso. Su dieta era vegetariana y practicaba el ayuno diario, sin comer nada hasta la tarde. Además, brindaba dirección espiritual a muchos y predicaba en los pueblos, destacando por su trato amable hacia todos.

Uno de los milagros más conocidos de San Benito ocurrió durante la construcción de Montecasino. Un niño oblato que trabajaba como ayudante de los albañiles falleció trágicamente al caerle una pared encima. Mediante la intervención de San Benito, el niño fue resucitado por el poder de Dios.

San Benito también enfatizaba la importancia de la conversión y la dedicación a la vida espiritual. Solía exhortar: ,

San Benito predijo el día de su propia muerte, que ocurrió el 21 de marzo del año 547, a la edad de 67 años, pocos días después de la muerte de su hermana, Santa Escolástica. Desde finales del siglo VIII, muchos lugares comenzaron a celebrar su fiesta el 11 de julio en honor a su legado y santidad.

 
Además de su influencia espiritual, San Benito es conocido por la Medalla de San Benito, un sacramental reconocido por la Iglesia con poder de exorcismo. Esta medalla posee su propio significado y protección, pero su poder radica en la intercesión de Cristo y la disposición fervorosa de quienes la llevan.

En resumen, San Benito fue un santo cuya vida de oración, trabajo y enseñanzas dejaron una profunda influencia en la historia de Europa. Su Regla monástica sigue siendo seguida por numerosos monjes en todo el mundo, y su legado perdura como un faro espiritual y cultural en tiempos de dificultades.

Frases de San Benito:
1) “El primer grado de humildad es una obediencia sin demora”. 2) “Los somnolientos gustan de poner excusas”. 3) “Proceda con prudencia y no sea extremoso en nada, no sea que, por querer raer demasiado la herrumbre, rompa la vasija”. 4)
“Dense prisa mientras tienen aún la luz de la vida, antes que les sorprendan las tinieblas de la muerte”...

Dídac Polo

 

 

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