Los Santos son los protagonistas de la Historia.

El Nombre que nos imponen cuando nos Bautizan, nos hace únicos, y es el que como hijos de Dios determina nuestra misión en la vida para proclamar la Buena Nueva.

miércoles, 30 de agosto de 2023

SAN RAMÓN NONATO A pesar de la crueldad, su espíritu indomable no pudo ser silenciado.

Cada 31 de agosto la Iglesia celebra a San Ramón Nonato, religioso de la Orden de la Merced, nacido en 1204, en Portell, pueblo de la antigua Corona de Aragón (España).

 
El apelativo "Nonato", término que proviene del latín "nonnatus" (no nacido), le fue dado por la manera en que Ramón llegó a este mundo: fue extraído, mediante cesárea, del útero de su madre cuando ella estaba ya muerta. En virtud de aquel singular hecho, la tradición le ha conferido el título de patrón de las embarazadas, parturientas, parteras y recién nacidos.

San Ramón Nonato, miembro ejemplar de la Orden de la Merced, destaca por su valiente labor como rescatador de cautivos y como mensajero ferviente del Señor, brindando consuelo a aquellos que, al igual que él, sufrieron el yugo de la cautividad. Su devoción inquebrantable a Cristo lo llevó a enfrentar innumerables pruebas y adversidades.

Su dedicación al rescate de cautivos demostró su compasión y determinación inquebrantable por liberar a los oprimidos de las cadenas de la esclavitud. Como anunciador del Señor, llevó la luz de la esperanza a los corazones afligidos, compartiendo la palabra de Dios con amor y pasión.

Sin embargo, su fervor no estuvo exento de sufrimiento. San Ramón Nonato sufrió azotes y soportó tormentos en nombre de su fe, recordándonos la profundidad de su compromiso. Con su testimonio, suscitó muchas conversiones, incluso entre los no cristianos, por lo que sus carceleros en un acto de brutalidad, perforaron sus labios y fueron sellados con un candado para silenciar su voz que proclamaba la gloria de Cristo. A pesar de esta crueldad, su espíritu indomable no pudo ser silenciado, y su ejemplo inspirador perdura a lo largo de los siglos.

Fueron ocho largos meses los que San Ramón tuvo que pasar en esta situación, hasta que Pedro Nolasco pudo enviar a otros miembros de la Orden a rescatarlo.

San Ramón Nonato, de regreso a España, fue nombrado cardenal por el Papa Gregorio IX. El santo asumió su cargo con sencillez y continuó viviendo con el mismo espíritu evangelizador que siempre había tenido. Aunque era un príncipe de la Iglesia, vestía con sencillez y nunca abandonó su pobre celda del convento de Barcelona.

En calidad de cardenal fue convocado a Roma por el Papa. Ramón emprendió el viaje pero al llegar a Cardona, a unos diez kilómetros de Barcelona, le sorprendió una violenta fiebre que le quitó la vida. El buen "nonato" partió a la Casa del Padre el 31 de agosto de 1240, con solo 36 años. Ese día nació para la vida eterna.

La vida de San Ramón Nonato es un testimonio conmovedor de la fuerza interior que puede surgir de la fe y el amor a Dios. Su valiente sacrificio y su dedicación a la liberación espiritual y física de los cautivos continúan inspirando a generaciones posteriores a seguir el camino de la compasión, la perseverancia y la devoción inquebrantable.



No hay comentarios:

Publicar un comentario