Los Santos son los protagonistas de la Historia.

El Nombre que nos imponen cuando nos Bautizan, nos hace únicos, y es el que como hijos de Dios determina nuestra misión en la vida para proclamar la Buena Nueva.

domingo, 25 de diciembre de 2022

NAVIDAD 2022

24 DE DICIEMBRE NOCHEBUENA


SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI Basílica Vaticana

24 de diciembre de 2010   Queridos hermanos y hermanas

«Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy». La Iglesia comienza la liturgia del Noche Santa con estas palabras del Salmo segundo. Ella sabe que estas palabras pertenecían originariamente al rito de la coronación de los reyes de Israel. El rey, que de por sí es un ser humano como los demás hombres, se convierte en «hijo de Dios» mediante la llamada y la toma de posesión de su cargo: es una especie de adopción por parte de Dios, un acto de decisión, por el que confiere a ese hombre una nueva existencia, lo atrae en su propio ser. La lectura tomada del profeta Isaías, que acabamos de escuchar, presenta de manera todavía más clara el mismo proceso en una situación de turbación y amenaza para Israel: «Un hijo se nos ha dado: lleva sobre sus hombros el principado» (9,5). La toma de posesión de la función de rey es como un nuevo nacimiento. Precisamente como recién nacido por decisión personal de Dios, como niño procedente de Dios, el rey constituye una esperanza. El futuro recae sobre sus hombros. Él es el portador de la promesa de paz. En la noche de Belén, esta palabra profética se ha hecho realidad de un modo que habría sido todavía inimaginable en tiempos de Isaías. Sí, ahora es realmente un niño el que lleva sobre sus hombros el poder. En Él aparece la nueva realeza que Dios establece en el mundo. Este niño ha nacido realmente de Dios. Es la Palabra eterna de Dios, que une la humanidad y la divinidad. Para este niño valen los títulos de dignidad que el cántico de coronación de Isaías le atribuye: Consejero admirable, Dios poderoso, Padre por siempre, Príncipe de la paz (9,5). Sí, este rey no necesita consejeros provenientes de los sabios del mundo. Él lleva en sí mismo la sabiduría y el consejo de Dios. Precisamente en la debilidad como niño Él es el Dios fuerte, y nos muestra así, frente a los poderes presuntuosos del mundo, la fortaleza propia de Dios.

 «María dio a la luz a su hijo primogénito» (Lc 2,7). San Lucas describe con esta frase, sin énfasis alguno, el gran acontecimiento que habían vislumbrado con antelación las palabras proféticas en la historia de Israel. Designa al niño como «primogénito». En el lenguaje que se había ido formando en la Sagrada Escritura de la Antigua Alianza, «primogénito» no significa el primero de otros hijos. «Primogénito» es un título de honor, independientemente de que después sigan o no otros hermanos y hermanas. Así, en el Libro del Éxodo (Ex 4,22), Dios llama a Israel «mi hijo primogénito», expresando de este modo su elección, su dignidad única, el amor particular de Dios Padre. La Iglesia naciente sabía que esta palabra había recibido una nueva profundidad en Jesús; que en Él se resumen las promesas hechas a Israel. Así, la Carta a los Hebreos llama a Jesús simplemente «el primogénito», para identificarlo como el Hijo que Dios envía al mundo después de los preparativos en el Antiguo Testamento (cf. Hb 1,5-7). El primogénito pertenece de modo particular a Dios, y por eso —como en muchas religiones— debía ser entregado de manera especial a Dios y ser rescatado mediante un sacrificio sustitutivo, como relata san Lucas en el episodio de la presentación de Jesús en templo. El primogénito pertenece a Dios de modo particular; está destinado al sacrificio, por decirlo así. El destino del primogénito se cumple de modo único en el sacrificio de Jesús en la cruz. Él ofrece en sí mismo la humanidad a Dios, y une al hombre y a Dios de tal modo que Dios sea todo en todos. Pablo ha ampliado y profundizado la idea de Jesús como primogénito en las Cartas a los Colosenses y a los Efesios: Jesús, nos dicen estas Cartas, es el Primogénito de la creación: el verdadero arquetipo del hombre, según el cual Dios ha formado la criatura hombre. El hombre puede ser imagen de Dios, porque Jesús es Dios y Hombre, la verdadera imagen de Dios y el Hombre. Él es el primogénito de los muertos, nos dicen además estas Cartas. En la Resurrección, Él ha desfondado el muro de la muerte para todos nosotros. Ha abierto al hombre la dimensión de la vida eterna en la comunión con Dios. Finalmente, se nos dice: Él es el primogénito de muchos hermanos. Sí, con todo, Él es ahora el primero de más hermanos, es decir, el primero que inaugura para nosotros el estar en comunión con Dios. Crea la verdadera hermandad: no la hermandad deteriorada por el pecado, la de Caín y Abel, de Rómulo y Remo, sino la hermandad nueva en la que somos de la misma familia de Dios. Esta nueva familia de Dios comienza en el momento en el que María envuelve en pañales al «primogénito» y lo acuesta en el pesebre. Pidámosle: Señor Jesús, tú que has querido nacer como el primero de muchos hermanos, danos la verdadera hermandad. Ayúdanos para que nos parezcamos a ti. Ayúdanos a reconocer tu rostro en el otro que me necesita, en los que sufren o están desamparados, en todos los hombres, y a vivir junto a ti como hermanos y hermanas, para convertirnos en una familia, tu familia.

NOCHEBUENA EN SANTA CATALINA THOMÁS. PALMA DE MALLORCA.
💖 Si por circunstancias no te fue posible asistir a las Matines...
🎥 En este vídeo de YouTube, podrás ver y oír el Sermón de la Calenda, el canto de la Sibila, el canto del Ángel... Se combina el mallorquín y el castellano.
▶️ Si utilizas el cronológico de los actos religiosos, podrás elegir que ver.

 

 

 

domingo, 18 de diciembre de 2022

NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA

Nuestra Señora de la Esperanza 18 de diciembre. Advocación que celebra la dulce espera de María Santísima en los días previos a Navidad.


-Con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Esperanza, la cofradía de penitentes de su mismo nombre celebra su fiesta con una eucaristía en la Real Basílica de Sant Francesc de Palma.

La venerada Imagen de Ntra. Sra. de la Esperanza es una talla completa de tamaño natural salida de la gubia del escultor catalán Josep Viladomat i Massanes. Fue bendecida el 11 de abril de 1954, Domingo de Ramos, por D. Juan Hervás Benet, obispo de Mallorca.

La dulzura y belleza de su rostro, expresión verdadera de la esperanza de los cristianos, la convierten, sin duda, en la gran devoción no sólo de los miembros de esta Cofradía, sino de todos los palmesanos. La posición de sus manos muestra una actitud de acogimiento, de ser bálsamo de nuestras penas. En definitiva, en silencio nos dice: Yo soy la Esperanza, ven conmigo.

HISTORIA:

Esta fiesta no figura en el calendario litúrgico de la Iglesia, pero tiene sabores propiamente españoles. Hasta el siglo VII la iglesia de España no celebraba mas que una festividad mariana pero que abarcaba a todas las demás: la Maternidad Divina o la "Fiesta de Santa María" como se la llamaba sencillamente. Así lo podemos apreciar en los antiguos calendarios mozárabes. El año 656 se celebraba el celebre Concilio X de Toledo y allí trataron con toda solemnidad los Padres esta cuestión. Toman parte en este asunto tres grandes santos: san Eugenio, san Fructuoso de Braga y san Ildefonso. Este Concilio dictaminó un decreto por el que se establecía que para dar mayor solemnidad a esta fiesta mariana de la Maternidad Divina "se celebre el día octavo antes de Navidad del Señor y se tenga dicho día como celebérrimo y preclaro en honor de su Santísima Madre".

Este decreto aludía a que este día ya se celebraba así en muchas otras Iglesias, pero que para estar de acuerdo con la Iglesia Romana, que lo celebra el día 25 de marzo, se continúe también celebrando aquel día. Desde esta fecha fue la fiesta más solemne que en honor de la Virgen Maria se celebraba en España y de aquí paso a otras Iglesias. Tuvo varios nombres: Expectación del parto de Nuestra Señora, Nuestra Señora Virgen de la Esperanza y Virgen de la 0, haciendo alusión a las Antífonas Mayores de Vísperas que empiezan con esa exclamación. Maria viene a preparar el camino para la llegada de su Hijo al mundo, al que viene a salvar.

El título de María de la «O» hace referencia a las solemnes antífonas del Cántico de la Virgen, el Magníficat, que en las Vísperas de los siete días anteriores a Navidad empiezan por esa letra. En relación con estas advocaciones de la Virgen, el arte suele representar a María en avanzado estado de gestación, con su vientre abultado y la mano sobre el mismo, apuntando que allí está el Hijo de Dios, que pronto nacerá.-

Esperanza, pues presenta a María en estado avanzado del embarazo obrado por el Espíritu Santo. Expectación, por el ansia e intensidad con que ella esperaba tener pronto en sus brazos al que llevaba en su seno.

La fiesta de la Encarnación del Verbo en el Seno de Maria - 25 de marzo - cae siempre entre los acentos tristes de Cuaresma, y difícilmente se le puede dedicar la debida atención a este gran misterio.

La fiesta mas antigua dedicada a María fue sin duda alguna la de Navidad. Juntamente se celebra al Hijo y a la Madre. Pasado algún tiempo se le quiso dar solemnidad también a la Fiesta bajo aspecto mariano propiamente dicho y por ello pensaron en instituir esta festividad de hoy.

Todo el tiempo de Adviento es tiempo de "esperanza" en el Mesías que ha de venir a salvar a la humanidad. Los Profetas y Padres del Antiguo Testamento procuraban mantener siempre encendido el fuego de la esperanza en el Mesías venidero.

Por: Cristina Huete García | Fuente: hagiopedia.blogspot.com

 

viernes, 16 de diciembre de 2022

SANTA ADELAIDA

Puso el poder político al servicio de la gente.

 
Cada 16 de diciembre recordamos a Santa Adelaida de Borgoña, esposa de Otón I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Ella, a pesar de que vivió desde la cuna rodeada de las vicisitudes del poder político -era hija de Rodolfo II de Borgoña y de Berta de Suabia-, no se dejó persuadir por él y aprendió a ponerlo en el lugar que le corresponde: al servicio de los más necesitados, de las causas justas y de la Iglesia de Cristo.

Santa Adelaida trabajó incansablemente por la promoción de los más pobres, por construir iglesias y monasterios, financiar misioneros y solventar la vida religiosa. En la parte final de su vida vivió como monja -aunque nunca profesó como tal-, dedicada a la oración y la vida espiritual.

¡Cuánto heroísmo tiene esta reina!

El año en que nació Adelaida no ha sido determinado de manera exacta. Probablemente fue entre los años 928 y 933, en el reino de Borgoña -ubicado entre la Francia actual y parte de la Italia del norte-. A los 15 años, por un arreglo político, contrajo matrimonio con Lotario, rey de Italia. Quedó viuda a los 19 años cuando su marido fue asesinado en medio de una conspiración por el trono.

Berengario II de Ivrea (margrave de Italia), interesado en consolidar su poder anexando los dominios de Lotario, quiso casarla con su hijo Adalberto, pero Adelaida se negó. Entonces, el margrave la envió a prisión y le retiró todos sus poderes.

Ella afrontó aquellas terribles circunstancias confiada en Dios, con paciencia y serenidad poco comunes, aprovechando su encierro para unirse a Cristo crucificado. Sus propios carceleros decían de ella: "Cuánto heroísmo tiene esta reina ¡No grita, no se desespera, no insulta. Solo reza y sonríe en medio de sus lágrimas!".

Adelaida pudo escapar de su presidio y devino en protegida del rey alemán Oton I. Ambos se enamoraron y se unieron en matrimonio en 951. Un año después, en la ciudad de Roma, Otón I sería coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico por el Papa Juan XII, mientras que ella, en la misma ceremonia, sería coronada emperatriz.

En el año 973, Santa Adelaida enviudó nuevamente. Otros días de dolor llegaron para ella al convertirse en blanco de los maltratos de su propio hijastro, el emperador Otón II, quien aspiraba a quedarse con el poder de su padre. Otón II estaba malamente influenciado contra su madrastra por su esposa Teofana, princesa bizantina.

Otón II moriría en la guerra tiempo después, y dejaría como sucesor a Otón III, demasiado joven en ese momento para asumir el trono imperial. Fue así que Teofana se arrogó la autoridad máxima en calidad de regente y endureció el trato contra Adelaida.

Por su parte, la santa pensaba con insistencia: "Solo en la religión puedo encontrar consuelo para tantas pérdidas y desventuras". Ese fue un tiempo en que Adelaida, a pesar del sufrimiento, seguiría respondiendo a las afrentas con más bondad y mansedumbre.

“Una maravilla de gracia y de bondad”

Tras una enfermedad, Teofana terminaría muriendo en 991, y Adelaida tuvo que volver a la corte imperial como regente, quedando como tutora de su nieto, Otón III. Mientras este crecía, Adelaida usó el poder que ostentaba en beneficio de su propio pueblo, poniendo en primer lugar el fortalecimiento de las costumbres cristianas dentro del imperio, la asistencia a los pobres, y la construcción y restauración de monasterios e iglesias.

De esta manera, Adelaida logró conquistar el cariño de sus súbditos, llegando a ser considerada como una madre bondadosa y justa. Gobernó con espíritu evangelizador, determinado por la consciencia de que el Evangelio no solo tenía que ser anunciado, sino que debía transformar auténticamente la vida de sus súbditos.

Cuando su nieto Otón III ascendió al trono imperial, ella se retiró a vivir a un monasterio, donde pasó sus últimos días dedicada a la oración y a la meditación.

Recurso al consejo, ayuda para alcanzar la santidad

A lo largo de su vida, la emperatriz Adelaida tuvo grandes directores espirituales, entre ellos varios santos, como es el caso de San Adalberto, San Mayolo y San Odilón. Ella pudo recibir tal bendición gracias a su cercanía con los monjes del monasterio de Cluny, centro de la reforma espiritual del siglo X. San Odilón escribió sobre ella lo siguiente: "La vida de esta reina es una maravilla de gracia y de bondad".

Santa Adelaida murió el 16 de diciembre del año 999, a pocos días del cambio del milenio. Sus patronazgos son múltiples: patrona de las víctimas de abuso, novias, emperatrices, exiliados, prisioneros, segundas nupcias, viudas.

 

 

domingo, 11 de diciembre de 2022

SAN DÁMASO

Dámaso, nombre masculino de origen griego, cuyo significado es 'domador'. Actualmente, en España, 2.030hombres celebran su santo gracias a San Dámaso I papa.


Cada 11 de diciembre recordamos a San Dámaso I, trigésimo séptimo papa de la Iglesia Católica. Su pontificado duró 18 años, desde el 1 de octubre de 366 al 11 de diciembre de 384. Se le conoce por haber sido un asiduo defensor de la Iglesia, en particular de la institución papal.

San Dámaso tiene origen español y nació hacia el año 305. Su pontificado se centra entre el año 366 al 384. Fue diácono de la Iglesia de Roma durante el pontificado del Papa Liberio.

Fue promotor del culto a los mártires y quien introdujo la doxología trinitaria u oración del “Gloria” ("Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén") en la liturgia.

El Papa San Dámaso nació alrededor del año 304, en Gallaecia (Hispania), Idanha-a-Velha (actual Portugal). Desde pequeño vivió en Roma, ciudad en la que crecería y donde llegó a descubrir su vocación eclesiástica. Fue diácono y luego presbítero de la iglesia de San Lorenzo mártir. Se desempeñó como secretario de dos pontífices, San Liberio y San Félix.

Elección

Dámaso fue elegido como sucesor de San Pedro en el año 366, en medio de un ambiente de tensión al interior de la Iglesia. Paradójicamente, al inicio su elección fue rechazada por los seguidores del difunto Papa Liberio, a quien había servido con devoción.

Sus opositores, influenciados por el arrianismo, escogieron y pusieron como Papa al diácono Ursino, pero lo hicieron de manera irregular.

En el año 367, el emperador Valentiniano desterró a Ursino a Colonia y reconoció a Dámaso como el auténtico Papa. Sin embargo, sus opositores no dejaron de hostigarlo. En el año 378, Dámaso fue acusado falsamente ante el emperador Graciano, pero las acusaciones fueron desestimadas por este y, poco después, por el sínodo de obispos.

Su elevación a la cátedra de Pedro no se vio exenta de contrastes por los diferentes conflictos de los dos partidos opuestos. A pesar de todo, los frutos de su pontificado no se dejaron esperar. Haciendo caso omiso a las amenazas imperiales, instó a los obispos y demás miembros de la iglesia, que se habían adherido al arrianismo, y los dirigió a la Iglesia a la unidad de la doctrina. Estableció el principio de la comunión con el obispo de Roma era signo de reconocimiento de un católico y de un obispo legítimo.

El encargo más importante de todos

Dámaso también fue un defensor vigoroso de la fe católica. Durante los sínodos romanos de los años 368 y 369, condenó el apolinarismo y macedonianismo, dos herejías contra la naturaleza de Cristo y la divinidad del Espíritu Santo, respectivamente.

Asimismo, se preocupó por asistir a la Iglesia en Oriente, que también libraba una batalla contra el arrianismo. Por otro lado, en el orden civil, apoyó la petición de los senadores cristianos para retirar el altar a la diosa Victoria, ubicada en el Senado.

Fue testigo, además, de la asunción al trono imperial de Constantino I -quien detuvo la persecución contra los cristianos- y de la proclamación del decreto “De fide Católica” de Teodosio I, el 27 de febrero de 380, por el que el catolicismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano

En el año 380, durante el sínodo de Roma, el Papa Dámaso expresó su profundo agradecimiento a los jefes del imperio que habían devuelto a la Iglesia la libertad de administrarse por sí misma. Con esta libertad establecida, los antiguos lugares de oración como las catacumbas se habrían arruinado si este extraordinario hombre de gobierno no hubiera sido al mismo tiempo un poeta sensible a los antiguos recuerdos y a las gloriosas huellas dejadas por los mártires.

Con todo, no sólo exaltó a los mártires en sus famosos “títulos” (epigramas grabados en lápidas por el calígrafo Dionisio Filocalo), sino que, además, los honró dedicándose personalmente a la identificación de sus tumbas y a la consolidación de las criptas en donde se guardaban sus restos.

San Dámaso participó de las obras en la iglesia de San Lorenzo Extramuros y mandó construir la basílica de San Sebastián en la Vía Apia.

El Papa Dámaso tuvo como secretario a San Jerónimo, a quien encargó la traducción de la Biblia al latín, cuyo resultado es la famosa versión conocida como "La Vulgata", referente canónico hasta hoy.

Probada sencillez

Murió el 11 de diciembre del año 384, a la edad de 80 años. Fue sepultado en la tumba que él mismo había preparado, alejada de los mausoleos imperiales, dentro de una de las catacumbas de Roma. 

En la cripta de los Papas de las catacumbas de San Calixto, él añadió: “Aqui, yo, Dámaso, desearía fueran enterrados mis restos, pero temo turbar las piadosas cenizas de los mártires”. San Jerónimo asegura que el Papa Dámaso murió casi a los ochenta años. Fue enterrado en la tumba que él mismo se había preparado, humildemente alejada de las gloriosas cenizas de los mártires, sobre la vía Ardeatina. Un tiempo después sus restos mortales fueron trasladados a la iglesia de San Lorenzo.

Sobre su sepulcro fue construida la célebre basílica romana que hoy lleva su nombre. Su legado para la cristiandad, en todos los sentidos, es invaluable.

 

 

sábado, 10 de diciembre de 2022

SANTA EULALIA DE MÉRIDA

 10 de diciembre, Sta. Eulalia de Mérida. Con el tiempo se convirtió en una de las santas españolas más venerada.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!

Nació el 290, en Mérida, Hispania Romana (actual Extremadura). Su vida es relatada en el Peristephanon de Aurelio Clemente y aparece en un himno de Prudencio.

Para evitar la persecución del tirano emperador Diocleciano, su familia (acomodada), abandonó la ciudad para trasladarse a una casa de campo.

Pero  la joven Sta. Eulalia, con sólo 13 ó 14 años, se presentó ante el gobernador Daciano para recriminarle su conducta y  exhortarle a la conversión.

Los romanos le ofrecieron la libertad si se retractaba y sacrificaba a los ídolos, y para presionarla la torturaron con diversos suplicios, flagelándola, desgarrándola con garfios, quemándola con antorchas encendidas, etc. Y ante su perseverancia en la fe, finalmente fue crucificada. Murió el 10 de diciembre del 304.

Dice el poeta Prudencio que al morir la santa, la gente vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo, y que los verdugos salieron huyendo, llenos de pavor y de remordimiento por haber matado a una criatura inocente. La nieve cubrió el cadáver y el suelo de los alrededores, hasta que varios días después llegaron unos cristianos y le dieron honrosa sepultura al cuerpo de la joven mártir. Allí en el sitio de su sepultura se levantó un templo de honor de Santa Eulalia, y dice el poeta que él mismo vio que a ese templo llegaban muchos peregrinos a orar ante los restos de tan valiente joven y a conseguir por medio de ella muy notables favores de Dios.

Su culto está documentado en el 350.

Sus reliquias se conservan en la catedral de Oviedo, ya que fue trasladada el 780 para protegerla de la invasión musulmana.

 

 

viernes, 9 de diciembre de 2022

NUESTRA SEÑORA DE LORETO

El 10 de diciembre se celebra la advocación mariana de Nuestra Señora de Loreto.


Loreto es un nombre femenino de origen latino, cuyo significado es 'poblado de laureles'. Hoy, en España, 3.892 mujeres celebran su santo gracias a Nuestra Señora de Loreto. Patrona de la aviación.

La Santa Casa de Loreto es la misma casa de Nazaret que visitó el Arcángel Gabriel en la Anunciación a la Santísima Virgen María. Es allí donde el Verbo se hizo Carne y habitó entre nosotros. Allí también vivió la Sagrada Familia a su regreso de Egipto y donde Jesús pasó 30 de sus 33 años junto a La Virgen y San José.

Pronto La Santa Casa se convirtió en lugar de reunión para la celebración de la Santa Misa de los primeros Cristianos. Podemos imaginarnos con qué amor y veneración cuidaban este Santo Lugar.

Actualmente la Santa Casa está situada dentro de la Basílica que para ella se construyó en Loreto, Italia. Dentro de la casa de Loreto se venera la pequeña estatua de La Virgen de Loreto. La Santa Casa en Nazaret tenía dos partes: una parte era una pequeña gruta y la segunda parte una pequeña estructura de ladrillos que se extendía desde la entrada de la gruta. La estructura de ladrillos no tenía sino tres paredes, ya que un lado pegaba con la pared de la gruta.

¿Cómo llegó la casa de Nazaret a Loreto, Italia? Hay varias tradiciones. Una de ellas habla de ángeles que transportaron la casa por los aires. Pero hay documentos que parecen indicar que el responsable del traslado es un comerciante llamado Nicéforo Angelo del siglo XIII. Quizás su apellido inspiró la idea del traslado por medio de ángeles. En todo caso, tan extraordinaria empresa, sin duda, tuvo la protección y guía del cielo. Ya lo había dicho el ángel a la Virgen en esa misma casa: "Para Dios nada es imposible".

Tratan de destruir la Santa Casa

La casa de Loreto es sagrada en virtud de quienes en ella habitaron. Muchos consideran la Santa Casa de Loreto como uno de los lugares más sagrados del mundo y Dios no quiso que esta casa fuese profanada o destruida, sino preservada para siempre. El demonio, los hombres, y el mundo usualmente van contra todo lo que Dios quiere y con esta bendita casa no fue diferente. En 1291, los Sarracenos conquistaban la Tierra Santa. Quisieron acabar con toda la historia del cristianismo y la mejor forma para ellos era destruyendo todos los lugares sagrados. Pensaban que eliminando todos los signos visibles del cristianismo, apagarían el amor y la devoción.

Fueron en busca de cada lugar venerado por su asociación con la vida de Cristo. Cuando llegaron a las proximidades de Nazaret, La Santa Casa no tenía defensa humana. Esta era bien conocida, porque los cristianos desde el tiempo de los Apóstoles la tenían con gran reverencia y celebraban allí la Santa Misa. Los enemigos se decían: "Nunca más los cristianos celebrarán aquí la Anunciación"

La Basílica construida sobre la Santa Casa ya había sido destruida dos veces antes. La primera vez fue en 1090 A.D. Sin embargo, la casa quedaba intacta. Los cruzados reconstruyeron la Basílica, pero en 1263 fue destruida de nuevo. Una vez más la Santa Casa fue protegida. Esta vez los cruzados no pudieron reconstruir la Basílica y la Santa Casa se quedó sin protección.

La tradición del traslado Angelical

Según esta tradición, en 1291, cuando los cruzados perdían control sobre la Tierra Santa, Nuestro Señor decidió enviar a los ángeles a proteger su Santa Casa y les dio el mandato de que movieran la casa a un lugar seguro. Llévense la Santa Casa a un lugar seguro, lejos del odio de mis enemigos de esta tierra donde nací. Elévenla sobre los aires, donde no la puedan alcanzar. Que no la vean.

El 12 de mayo de 1291 los ángeles trasladaron la casa hasta un pequeño poblado llamado Tersatto, en Croacia. Muy temprano en la mañana la descubrieron los vecinos y se asombraron al ver esta Casa sin cimiento y no se explicaban cómo llegó ahí. Se adentraron y vieron un altar de piedra. En el altar había una estatua de cedro de la Virgen María, que tenía al niño Jesús en sus brazos. El niño Jesús tenía sus dos dedos de la mano derecha extendido como bendiciendo. Con su mano izquierda sostenía una esfera de oro representando al mundo. Ambos estaban vestidos como con unas batas y tenían coronas de oro.

Unos días más tarde, la Virgen María se le apareció a un sacerdote de ese lugar y le explicó de dónde venía la casa. Ella dijo: "Debes saber que la casa que recientemente fue traída a tu tierra es la misma casa en la cual yo nací y crecí. Aquí, en la Anunciación del Arcángel Gabriel, yo concebí al Creador de todas las cosas. Aquí, el Verbo se hizo carne. El altar que fue trasladado con la casa fue consagrado por Pedro, el Príncipe de los Apóstoles. Esta casa ha venido de Nazaret a tu tierra por el poder de Dios, para el cual nada es imposible.

Ahora, para que tú puedas dar testimonio de todo esto, sé sanado. Tu curación inesperada y repentina confirmará la verdad que yo te he declarado hoy." El sacerdote, que había estado enfermo por mucho tiempo, se sanó inmediatamente y anunció al pueblo el milagro que había ocurrido. Comenzaron las peregrinaciones a la Santa Casa. Los residentes de este pequeño pueblo construyeron sobre la Santa Casa un edificio sencillo para protegerla de los elementos de la naturaleza. Pero la alegría de los croatas duró poco tiempo. Después de tres años y cinco meses de estar la casa en este poblado, en la noche del 10 de diciembre, de 1294, la casa desapareció de Tersatto para nunca más volver.

Un residente devoto de Tersatto construyó una pequeña iglesia en el lugar donde estuvo la casa, una réplica de esta. Y puso la siguiente inscripción: ¨La Santa Casa de la Virgen María vino de Nazaret el 10 de diciembre de 1291 y estuvo hasta el 10 de diciembre de 1294.¨La gente de Croacia continuó venerando a Nuestra Señora en la réplica de la Santa Casa. Fue tanta su devoción, que el Papa Urbano V envió a la gente de Tersatto una imagen de Nuestra Señora en 1367. Esta imagen se cree fue esculpida por San Lucas.

La Santa Casa es llevada a Italia

El 10 de diciembre de 1294, unos pastores de la región de Loreto en Italia reportaron que habían visto una casa volando sobre el mar, sostenida por ángeles. Había un ángel vestido con una capa roja (San Miguel) que dirigía a los otros y la Virgen María con el Niño Jesús estaban sentados sobre la casa. Los ángeles bajaron la casa en un lugar llamado Banderuola.

Muchos llegaban a visitar esta santa casa, pero también habían algunos que llegaban para asaltar a los peregrinos. Por esta razón las personas dejaron de llegar y la casa nuevamente fue trasladada por los ángeles a un cerro en medio de una finca. La Santa Casa no se quedaría aquí por mucho tiempo. La finca era de dos hermanos que comenzaron a discutir sobre quién era el dueño de la casa. Por tercera vez la casa es trasladada a otro cerro y la colocaron en el medio del camino. Ese es el lugar que ha ocupado ya por 700 años.

Los habitantes de Recanati y Loreto verdaderamente no sabían la historia de la Santa Casa, solo sabían de los milagros que se acontecían ahí. Dos años más tarde, la Virgen María se le apareció a un ermitaño llamado Pablo y le contó el origen y la historia de la Santa Casa: “Se mantuvo en la ciudad de Nazaret hasta que por el permiso de Dios, aquellos que honraban esta casa fueron expulsados por los enemigos. Ya que no se le honraba y estaba en peligro de ser profanada, mi Hijo quiso trasladarla de Nazaret a Yugoslavia y de ahí hasta tu tierra”. Pablo entonces se lo contó a las personas del pueblo y comenzaron a hacer gestiones para verificar la autenticidad de la casa. Fueron primero a Tersatto y luego a Nazaret.

Investigaciones de los expertos

Los expertos asignados a este proyecto fueron a Tersatto. Ahí les verificaron que las paredes eran de color rojizo y cerca de 16¨ de ancho. Descubrieron también que la replica medía exactamente igual que la de Loreto, 31 ¼ pies de largo por 13 pies y 4 pulgadas de ancho por 28 pies de alto. Tenía una sola puerta de 7 pies de alto y 4 1/2 de ancho. Tenía también una ventana. Todas las descripciones, incluso las de los elementos interiores y las estatuas, coincidían.

En Nazaret: descubrieron que de verdad era la casa de la Virgen. Las medidas de la fundación eran exactas a las de Loreto y la maqueta construida en Tersatto. Después de 6 meses regresaron a Loreto y declararon la autenticidad de la Santa Casa. Años más tarde, encontraron monedas debajo de la casa, no solo del área de Nazaret, sino que del período en que la casa estuvo en Nazaret. Las piedras y la tierra utilizada para el relleno de la casa era idéntica a las que se usaban en Nazaret en ese tiempo y civilización. La casa no tiene cimientos, ya que estos se quedaron en Nazaret.

Anécdotas de la Santa Casa de Loreto

Llegó un tiempo en que muchos peregrinos iban a este santuario y el Papa Clemente VII mandó que se cerrara la puerta original y se construyeran tres puertas, ya que solo había un puerta y las personas se peleaban para entrar y salir. Solo había un problema y era que nadie le había pedido permiso a la Virgen María para las alteraciones. Cuando el arquitecto cogió su martillo para comenzar, su mano se marchitó y comenzó a temblar. Enseguida se fue de Loreto y nadie más quiso hacer el trabajo. Tiempo después un clérigo llamado Ventura Barino aceptó hacer el trabajo, pero primero se arrodilló y rezó a la Virgen. Este le dijo que no era su culpa, sino la orden del Papa, que si ella estaba enojada que lo tomara contra el Papa y no contra él¨. El clérigo pudo completar el trabajo. Las personas de Loreto también decidieron proteger la Santa Casa poniéndole una pared de ladrillo, pero después que terminaron con la pared, la pared se separó de la casa. Por eso hay un espacio entre la Santa Casa y la pared que fue construida.

Devolverle a la Virgen lo que es de Ella

Una historia relata que el Obispo de Portugal visitó la Santa Casa y quiso llevarse una piedra para construir una Iglesia en honor a la Virgen de Loreto. El Papa le dio permiso y el Obispo mandó a su secretario a sacar la piedra y llevársela. El Obispo se enfermó de repente y cuando llegó su secretario casi estaba muerto. El Obispo les pidió a algunas hermanas religiosas que rezaran por él y algunos días después recibió este mensaje: "Nuestra Señora dice, si el Obispo desea recuperarse, debe devolver a la Virgen lo que él se ha llevado". El secretario y el Obispo se asombraron de esto, pues nadie sabía lo de la piedra de la Santa Casa. El secretario se fue inmediatamente de regreso a Loreto con la piedra y cuando llegó, el Obispo estaba completamente sanado. Por esta razón, durante los siglos, los Papas han prohibido, bajo amenaza de excomunión, la extracción de cualquier parte de la Santa Casa.

Un Lugar Sagrado

La Santa Casa es considerada entre los lugares más sagrados del mundo. Antes de que la Santa Casa fuese trasladada, San Francisco de Asís había profetizado que un día Loreto se iba a llamar el lugar más sagrado del mundo y que por ello debían abrir una casa allí.

Muchos santos, beatos y Papas han visitado esta casa. Entre ellos: San Francisco de Sales: hizo sus votos de celibato en la Santa Casa; Santa Teresa de Lisieux: antes de ir a pedir permiso al Papa para entrar al Carmelo a la edad de 15 años, visitó la Santa Casa; San Maximiliano Kolbe: en su regreso a la ciudad de la Inmaculada, poco antes de ser llevado al campo de concentración; y muchísimos otros santos.

Loreto fue visitado por San Carlos Borromeo, San Jose María Escrivá, San Luis Gonzaga, Santa Teresita del Niño Jesús, San José de Cupertino, San Juan Bosco, los pontífices San Juan XXIII, San Pablo VI, San Juan Pablo II y Benedicto XVI, entre otros.

El Papa Juan XXIII fue el día antes de convocar el Concilio Vaticano II y pidió a la Virgen de Loreto la protección del Concilio. Juan Pablo II ha visitado muchas veces la Casa de Loreto y ha tenido allí convenciones de jóvenes y familias.

Muchos peregrinos van cada año a visitar a la Santa Casa. A visitar el lugar donde la Sagrada Familia vivió y a recibir las gracias que Dios les quiere dar. Es una tradición rezar de rodillas el Santo Rosario alrededor de la Casa. Es un rosario penitencial pidiendo la intercesión poderosa de la Stma. Virgen. Procesiones con velas del Santísimo Sacramento forman parte de las celebraciones en la Basílica de la Santa Casa de Loreto.

La imagen de Nuestra Sra. de Loreto, se encuentra en el interior de la Casa, tiene una la túnica tradicional decorativa. El color oscuro de la imagen representa a la estatua original de madera, que con los siglos se oscureció con el hollín de las lámparas del aceite que se usaba en la capilla. En 1921 se destruyó la estatua original en un incendio, y otra similar fue colocada en el lugar.

 

miércoles, 7 de diciembre de 2022

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

8 de diciembre de 1854 el Papa Pío IX declaró el dogma de la Inmaculada Concepción...

VIRGEN QUE EL SOL MÁS PURA, GLORIA DE LOS MORTALES, LUZ DEL CIELO...
-Ella María. Madre nuestra, sanó la herida abierta con el pecado de nuestra primera madre Eva.
-Dos mujeres concebidas sin pecado original. La primera Eva soberbia, escuchó a Satanás y nos trajo el pecado; la segunda María humilde, escuchó a Dios y nos trajo la gracia.


El 25 de marzo de 1858, la Virgen revela su identidad dándole a Bernardette la prueba que tanto pedía su párroco para creerle.
La Virgen le dijo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”
.

 

El 11 de febrero Bernadette,14 años, recogía leña a la orilla del río Gave con otras dos niñas. En seguida oí como un ruido. Miré a la pradera, pero los árboles no se movían. Alcé entonces la cabeza hacia la gruta y vi a una mujer vestida de blan­co, con un cinturón azul celeste y sobre cada uno de sus pies una rosa amarilla, del mismo color que las cuentas de su rosario.


Santa Bernadette, la vidente de Lourdes, murió en 1879 a los 35 años de edad. Su cuerpo fue desenterrado debido al proceso de canonización.

Para sorpresa de los médicos, ella estaba intacta, incluso los dientes y las uñas. Y sigue así hasta hoy. El Rosario en sus manos, sin embargo, estaba oxidado, y el hábito húmedo.
Incluso después de tantos años después de la muerte, por el cuerpo de Bernadette todavía corre sangre líquida. "Virgen de Lourdes" te pedimos la salud de los enfermos.

Por inspiración divina y asistido de la infalibilidad pontificia que se da en este caso, declaró el dogma de la Inmaculada Concepción con estas palabras:  "Para honor de la Santa e indivisa Trinidad, para gloria y ornamento de la Virgen Madre de Dios, para exaltación de la fe católica y acrecentamiento de la religión cristiana, con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo, y con la nuestra, declaramos, proclamamos y definimos, que la doctrina que sostiene que la Beatísima Virgen María, fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Salvador del género humano, está revelada por Dios, y debe ser, por tanto, firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual si alguno, lo que Dios no permita, pretendiere en su corazón sentir de modo distinto a como por Nos ha sido definido, sepa y tenga por cierto que está condenado por su propio juicio, que ha sufrido naufragio en la fe y se ha apartado de la unidad de la Iglesia."
A Dios le repugna el pecado, y por eso no quería encarnarse en una pecadora, y por eso hizo que el pecado no la manchara ni por un breve instante, de modo que cuando la Virgen era un minúsculo cigoto ya era Inmaculada.
Esta realidad ya aparece en las Sagradas Escrituras cuando el Génesis ya anunció que la mujer pisaría la serpiente; el Arcangel llamó a la Virgen "llena de gracia"; y Sta. Isabel, llena del Espíritu Santo, la llamó "bendita entre todas las mujeres."
De esta verdad ya habían hablado los santos, y así por ejemplo San Agustín (s.IV-V)  decía en relación a la Virgen: "En razón de la honra del Señor, no quiero en modo alguno que se hable de pecado."
El Beato Juan Duns Escoto (s.XIV) explicaba que "por el honor de su divino Hijo, la Virgen fue preservada del pecado original desde su concepción, por los méritos redentores de Cristo."

La Inmaculada intercedió para un portentoso milagro, cuando la noche del 7 al 8 de diciembre de 1585, (durante la Guerra de los Ochenta Años que enfrentaba a la católica España y los protestantes de los Países Bajos) se encontraba un tercio español con cinco mil efectivos rodeado por un ejército muy superior con diez navíos y un fuerte desde el que les estaban disparando.
El almirante enemigo abrió un dique que inundó el campamento español, de modo que los españoles se tuvieron que refugiar en el monte Empel, y tras encontrar una tabla de la Inmaculada e improvisar un altar, milagrosamente se heló el río Mosa, y los españoles pudieron salir andando por el río, de modo que sorprendieron a los holandeses y les vencieron.


Apariciones de Nuestra Señora de Fátima en el año 1917 (resúmenes)

 
Fecha: 13 de Mayo de 1917...

«– ¡No tengáis miedo! ¡Yo no os voy a hacer daño!
– ¿De dónde es usted? – le pregunté.
– Soy del Cielo.
– ¿Y qué es lo que usted me quiere?
– Vine a pediros que vengáis aquí, seis meses seguidos, el día 13 a esta misma hora. Después diré quién soy y lo que quiero. Después volveré aquí una séptima vez.
[– ¿Usted me sabe decir si la guerra aún durará mucho tiempo o se acabará en breve?
– No te lo puedo decir aún, mientras no te diga también lo que quiero.]
– ¿Y yo también voy a ir al Cielo?
– Sí, irás.
– ¿Y Jacinta?
– También.
– ¿Y Francisco?
– También, pero tiene que rezar muchos rosarios.

 Fecha 13 de Junio de 1917...

 – Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, que recéis el rosario y que aprendan a leer. Después diré lo que quiero.
Pedí la cura para un enfermo.
– Si se convierte, se curará durante el año.
– Quería pedirle que nos llevara para el Cielo.
– Sí; Jacinta y Francisco me los llevo en breve. Pero tú quedas aquí algún tiempo más. Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar. El quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. [A quien la abrace, promete la salvación; y serán queridas de Dios estas almas, como flores puestas por Mi adornando su Trono].
– ¿Quedo aquí solita? – pregunté, con pena.
– No, hija. ¿Y tú sufres mucho? No desanimes. Yo nunca te dejaré. Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá hasta Dios.
Fue en el momento en el que dijo estas últimas palabras cuando abrió las manos y nos comunicó, por segunda vez, el reflejo de esa luz inmensa. En ella nos veíamos como sumergidos en Dios. Jacinta y Francisco parecían estar en la parte de esa luz que se elevaba hacia el Cielo y yo en la que se esparcía sobre la tierra. Enfrente de la palma de la mano derecha de Nuestra Señora, estaba un corazón rodeado de espinas que parecían estar clavados. Comprendimos que era el Inmaculado Corazón de María, ultrajado por los pecados de la humanidad, que quería reparación.»

Fecha 13 de Julio  de 1917...

– Santificáos por los pecadores y decid muchas veces y en especial cuando hagáis algún sacrificio: "Oh Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María".
Al decir estas últimas palabras, abrió de nuevo las manos, como en los dos meses anteriores.
El reflejo pareció penetar en la tierra y vimos como un gran mar de fuego. Sumergidos en ese fuego, los demonios y las almas, como si fueses brasas transparentes y negras o bronceadas, con forma humana, que fluctuaban en el incendio, llevadas por las llamas que de ellas mismas salían junto con nubes de humo, cayendo por todos los lados, semejante al caer de las chispas en los grandes (incendios), sin peso ni equilibrio, entre giros y gemidos de dolor y desesperanza que horrorizaba y hacía estremecer de pavor (¡debió ser al enfrentarme con esta imagen que di ese grito ahi! Dicen haberme oído). Los demonios se distinguían por formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes como carbones negros en la brasa. Asustados y como pidiendo socorro, levantamos las vista hacia Nuestra Señora, que nos dijo con bondad y tristeza:
– Visteis el infierno, a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que yo os diga, se salvarán muchas almas y tendrán paz. La guerra va a acabar. Pero, si no dejan de ofender a Dios, en el reinado de Pío XI comenzará otra peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a castigar al mundo de sus crímenes, por medio de la guerra, de hambre y de persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre.
Para impedirla vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora en los primeros sábados. Si atienden mis peticiones, Rusia se convertirá y tendrán paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas. Por fin Mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará a Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz. En Portugal se conservará siempre el dogma de la Fe.
{Después de las dos partes que ya expuse, vimos en el lado izquierdo de Nuestra Señora, un poco más alto, un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; al brillar, despedía llamas que parecían que iban a incendiar al mundo; pero se apagaban con el contacto del brillo que de la mano derecha expedía Nuestra Señora a su encuentro: el Ángel apuntando con la mano derecha hacia la tierra, con voz fuerte dijo: "¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!" Y vimos en una luz inmensa que es Dios algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando le pasa por delante un Obispo vestido de Blanco; tuvimos el presentimiento de que era el Santo Padre. Varios otros Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas subir una escabrosa montaña, en lo alto de la cual estaba una gran Cruz de troncos toscos como si fueran de corcho con la cáscara; el Santo Padre, antes de llegar ahí, atravesó una gran ciudad medio en ruinas, y medio tambaleante, con andar vacilante, desconsolado de dolor y pena, iba orando por las almas de los cadáveres que se encontraba por el camino; llegando a lo alto del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz, fue asesinado por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros y flechas, y así mismo fueron muriendo unos tras otros los Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y varias personas seglares, caballeros y señoras de varias clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz estaban dos Ángeles cada uno con una regadera de cristal en la mano, en ellas recogían la sangre de los mártires y con ella regaban las almas que se aproximaban a Dios.}
Esto no se lo digáis a nadie. A Francisco, sí, podéis decírselo.
Cuando rezáis el rosario, decid después de cada misterio: "Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas".
Se siguió un instante de silencio y pregunté:
– ¿Usted no me quiere nada más?
– No. Hoy no quiero nada más.»

  • El 13 de mayo de 1981, el papa Juan Pablo II, entonces de 61 años, sufrió un intento de asesinato a manos del turco Mehmet Ali Agca.

"Juan Pablo II, por su parte, pidió el sobre que contiene la tercera parte del ‘secreto’ tras el intento de asesinato que sufrió el 13 de mayo 1981".

Después de leer el secreto, el Santo Padre se dio cuenta de la conexión entre el intento de asesinato y Fátima: “Fue la mano de una madre que guió la trayectoria de la bala”, detalló.

San Juan Pablo II decidió que se hiciera público en el año 2000.

El entonces Cardenal Joseph Ratzinger, ahora Papa Emérito Benedicto XVI, explicó el sentido del texto y cómo puede servir para comprender y vivir mejor el Evangelio.
-Otro elemento de la visión es la fuerza que se opone a la destrucción: el esplendor de la Virgen, que proviene de la penitencia. Esto quiere decir, que la penitencia y la oración tienen el poder de cambiar las predicciones hacia el bien.

El mejor ejemplo, afirma, es que el Papa Juan Pablo II sobrevivió al atentado del 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro, pese a que el secreto predecía su muerte.

La extraña trayectoria de la bala

El jefe del equipo médico del Gemelli, Francesco Crucitti, siempre confesó su asombro ante la “extraña trayectoria” de una de las balas que había recorrido en “zig zag” el abdomen del pontífice, saliendo de la pelvis, pero sin tocar ningún órgano importante.

“La bala entró a la altura del ombligo, por el lado izquierdo, perforó el colón y el intestino delgado en cinco lugares, pero cambió su trayectoria frente a la aorta central. Si la hubiera tocado, el papa habría muerto instantáneamente. Además, la bala atravesó la columna, evitando los principales centros nerviosos por muy poco, si los hubieran dañado, se habría quedado paralizado”, constató Crucitti.

Incluso el 27 de diciembre de 1983, cuando Juan Pablo II visitó a Agca en la prisión de Rebibbia para mostrarle públicamente su perdón, el turco preguntó al papa polaco: “¿Cómo lo hiciste?. ¿Cómo te las arreglaste para salvarte?”.


El pontífice polaco siempre estuvo convencido de que había sido salvado por una intervención directa de Nuestra Señora de Fátima, cuya aparición se celebra justo el 13 de mayo y que su salvación fue el cumplimiento del Tercer Secreto. “Una mano disparó, otra mano desvió la bala”, aseguraba Wojtyla.

 Fecha 13 de Agosto 1917...

– Quería pedirle la cura de algunos enfermos.
– Sí, a algunos curaré durante el año.
Y tomando un aspecto más triste:
– Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, que van muchas almas al infierno por no haber quién se sacrifique y pida por ellas.»

Fecha 13 de septiembre 1917...

Le ofrecí dos cartas y un bote con agua de colonia.
– Me dieron esto, si usted lo quiere.
– Eso no es conveniente para llevar al Cielo.]»

Fecha 13 de Octubre 1917...

– Quiero decirte que hagan aquí una capilla en mi honor, que soy la Señora del Rosario, que continúen siempre rezando el Rosario todos los días. La guerra va a acabar [aún hoy] y los militares volverán en breve para sus casas.
– Yo tenía muchas cosas para pedirle: si curaba a unos enfermos y si convertía a unos pecadores, etc.
– A unos sí, a otros no. Es necesario que se enmienden, que pidan perdón por sus pecados.
Y tomando un aspecto más triste:
– ¡No ofendan más a Nuestro Señor que ya está muy ofendido! {Si el pueblo se enmienda, acaba la guerra y, si no se enmienda, acaba el mundo.}
[– ¿Aún me quiere alguna cosa más?
– Ya no quiero nada más.]
Y, abriendo las manos, las hizo reflejar en el Sol. Y mientras se elevaba, continuaba la reflejo de su propia luz proyectando en el Sol.
[...]
Desaparecida Nuestra Señora en la inmensa distancia del firmamento, vimos, al lado del sol, a S. José con el Niño y Nuestra Señora vestida de blanco, con un manto azul. San José con el Niño parecían bendecir al Mundo, con los gestos que hacían con la mano en forma de cruz.


"La Virgen que se apareció en Fátima nos llama la atención sobre estos dos valores olvidados, sobre este porvenir del hombre en Dios, del que somos parte "activa y responsable". Y l
lamados a una vida de fe, esperanza y caridad."



SAN AMBROSIO

El 7 de diciembre del año 374, eran tiempos de terribles divisiones sociales, en una iglesia de Milán, la discusión era animada. La difícil designación de un nuevo obispo para la ciudad, entonces capital del imperio romano de Occidente, había aumentado la distancia entre católicos y arrianos.

Los arrianos negaban la divinidad de Cristo, afirmada por los católicos. Esta división suponía un grave obstáculo a la hora de elegir un pastor que pudiera representar a ambas partes.

 

Un Obispo para todos

Para hallar una mediación, fue llamado el gobernador de Lombardía, Liguria y Emilia, conocido por su imparcialidad y equidad. Se llamaba Ambrosio, nacido en el año 340 en Trier (Alemania), hijo de una familia romana cristiana, tercero después de dos hermanos, los santos Marcelina y Satiro.  

Ambrosio cursó en Roma estudios jurídicos, siguiendo los pasos de su padre, que era prefecto de la Galia. Es así como aprendió oratoria y literatura greco-latina. Sus éxitos en la carrera de Magistrado y su capacidad para gestionar incluso las  controversias más difíciles lo convirtieron en el candidato ideal para moderar el encendido debate sucesorio que comenzó tras la muerte del obispo arriano Asencio.

La invitación al diálogo de Ambrosio convenció al pueblo y evitó que se desatara un grave conflicto. Pero cuando el gobernador pensaba que había concluido su trabajo con éxito, sucedió algo que nadie había previsto: en medio de la multitud se oyó la voz de un niño, a la cual toda la asamblea hizo eco: “¡Ambrosio Obispo!”. Católicos y arrianos habían encontrado inesperadamente un acuerdo.

La petición del pueblo sorprendió a Ambrosio: no había sido bautizado, no se sentía adecuado para este nuevo cargo. Se opuso dirigiéndose al emperador Valentiniano, pero éste confirmó el deseo del pueblo. Ambrosio escapó; sin embargo, el Papa Dámaso también lo consideró apto para la dignidad episcopal. Entonces Ambrosio comprendió que Dios lo llamaba y aceptó, convirtiéndose con tan solo 34 años de edad en el obispo de Milán.

En oración junto al pueblo

Donó sus bienes a los pobres y se dedicó al estudio de los textos sagrados y de los Padres de la Iglesia. “Cuando leo las Escrituras –decía- Dios pasea conmigo en el Paraíso”. Aprendió a predicar, y su oratoria encantó al joven Agustín de Hipona, influyendo en su conversión.

La vida de Ambrosio fue cada vez más sobria y austera, dedicada al estudio, a la oración, a la asidua escucha, siempre cercano a los pobres y al pueblo de Dios. “Si la Iglesia tiene oro no es para custodiarlo, sino para donarlo a quien lo necesite”, dijo cuando decidió fundir decoraciones litúrgicas para pagar el rescate de algunos fieles secuestrados por soldados nórdicos.  

La lucha contra la herejía

Aunque la paz y la concordia fueron sus prioridades, jamás soportó el error. La iconografía antigua lo representa con un látigo, preparado para luchar contra la herejía. En su enérgica batalla contra el arrianismo, chocó incluso contra gobernantes y soberanos. Salió vencedor del conflicto que se desarrolló bajo el reinado de la emperatriz filo-arriana Justina, y afirmó la independencia del poder espiritual frente al temporal.

Fue emblemático el episodio de la tragedia de Tesalónica del 390. Tras el exterminio de siete mil personas que se habían rebelado a causa de la muerte del gobernador, Ambrosio logró suscitar el arrepentimiento de Teodosio, que la había ordenado. “El emperador está en la Iglesia y no por encima de la Iglesia”, afirmaba el obispo milanés que, a pesar de la ley, no entregó ninguna iglesia a los arrianos.  

El primado de Pedro

Ambrosio reconoció siempre el primado del obispo de Roma afirmando: “Ubi Petrus, ibi Ecclesia”. Su amor a Cristo, a la Iglesia y a María se refleja en la cuantiosa producción literaria y teológica que le ha conferido, junto a los santos Jerónimo, Agustín y Gregorio Magno, el título de doctor de la Iglesia de Occidente. Constructor de basílicas, inventor de los himnos que revolucionaron la oración, fue incansable a la hora de rezar. Ambrosio murió el Sábado Santo del 397. Una gran multitud le rindió homenaje el domingo de Pascua. 

 

 

domingo, 4 de diciembre de 2022

SANTA BÁRBARA martirizada por su propio padre.

Cada 4 de diciembre recordamos a Santa Bárbara, una joven conversa que vivió entre los siglos III y IV. Nació en Nicomedia, antigua provincia del Imperio Romano, ubicada en la actual Turquía.


Santa Bárbara, según una antigua tradición, fue puesta en cautiverio por su propio padre, un sátrapa (rey pagano) de nombre Dióscoro, con el propósito de apartarla de la influencia del mensaje cristiano. El rey, además, hizo que maestros de filosofía y poesía la visitaran en su celda periódicamente y así asegurarse de que rechace a Cristo.

Bárbara no solo no fue persuadida de ello sino que desobedeció la orden de casarse y se declaró cristiana, algo que el gobernante consideró como la peor de las afrentas. Entonces, lleno de furia, ordenó que la joven fuera martirizada. La santa fue atada al potro y flagelada.

Como logró sobrevivir a los indecibles maltratos, el padre ordenó que fuesa presentada ante el juez, quien determinó la pena capital. El lugar escogido para la ejecución fue la cima de una montaña y el verdugo sería el propio Dióscoro. Ni bien este dio muerte a su hija, cortándole la cabeza, un rayo le cayó encima y lo fulminó.

Aunque no existen referencias históricas del todo sólidas sobre Santa Bárbara y los hechos que le acontecieron, su veneración se extendió por Europa, consolidándose en el siglo VII. Su culto fue aceptado y confirmado por el Papa San Pío V en 1568 y desde entonces aparece en la lista de los santos auxiliadores.

Iconografía y patronazgo

Se le representa cubierta con un manto rojo, al lado de un cáliz con la sangre de Cristo, portando una rama de olivo, una corona y una espada; todos símbolos del martirio.

La historia sobre la muerte de su padre causó, probablemente, que fuese tomada por protectora ante los peligros de las tormentas eléctricas y los incendios naturales. Luego, quizás por analogía, se le nombró patrona de los artilleros y los mineros.

Se pide la intercesión de la santa para no dejar de recibir la Confesión y la Eucaristía en la hora de la muerte.

P/D: El rayo que cayó en su martirio ha hecho que sea relacionada con los explosivos y así es patrona del arma de artillería, cuyo escudo son cañones cruzados, y la torre es la heráldica de los ingenieros y zapadores. El depósito de explosivos en los buques recibe el nombre de santabárbara.

 


sábado, 3 de diciembre de 2022

SAN FRANCISCO JAVIER

3 de diciembre, San Francisco Javier, patrono de las misiones.
El santo que resucitó muertos.


San Francisco nació en el castillo de Javier, Navarra (España), el 7 de abril de 1506, de famila noble. Era el pequeño de cinco hermanos. 

Estudió en Navarra y en París, donde llevaba una vida tibia, hasta que se convertiría con la ayuda de  San Ignacio de Loyola que le repitió las palabras de Nuestro Señor: "¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?" (Mt 16,26).
Este pensamiento al principio le parecía fastidioso y contrario a sus aspiraciones, pero poco a poco fue calando y retando su orgullo y vanidad. Por fin San Ignacio logró que Francisco se apartara un tiempo para hacer un retiro especial que el mismo Ignacio había desarrollado basado en su propia lucha por la santidad. Se trata de los "Ejercicios Espirituales".  Francisco fue guiado por Ignacio en aquellos días de profundo combate espiritual y quedó profundamente transformado por la gracia de Dios.  Comprendió las palabras que Ignacio: "Un corazón tan grande y un alma tan noble no pueden contentarse con los efímeros honores terrenos.  Tu ambición debe ser la gloria que dura eternamente".
"Ve e incendia el mundo." 

San Francisco Javier, a sus 28 años, con cinco compañeros con los que se fundaría la Compañía de Jesús, hizo voto de pobreza, castidad y obediencia. Y tres años más tarde se ordenó sacerdote estando en Venecia. 

Los jesuitas se ofrecieron al Papa para ser enviados a predicar a cualquier lugar, y San Francisco fue nombrado legado del Papa en las tierras del Mar Rojo,  Golfo Pérsico y de Oceanía, siendo enviado a  las Indias Orientales, a donde partió desde Lisboa. El viaje marítimo duró 13 meses.

Predicó en Goa, Pesquería, Malaca, Macasar, Socotora, Célebes  Molucas, Singapur, Travancore, Japón, y en otras poblaciones. Se calcula que llegó a bautizar a un millón de hombres.

SAN FRANCISCO JAVIER NO LO TUVO FÁCIL... 
Goa era colonia portuguesa desde 1510. Había ahí un número considerable de cristianos, con obispo, clero y varias iglesias.
Desgraciadamente, muchos de los portugueses se habían dejado arrastrar por la ambición, la usura y los vicios, hasta el extremo de que muchos abandonaban la fe. Los sacramentos habían caído en desuso; se usaba el rosario para contar el número de azotes que mandaban dar a sus esclavos. La escandalosa conducta los cristianos alejaba de la fe a los infieles. Esto fue un reto para San Francisco Javier. 
Además, fuera de Goa había a lo más, cuatro predicadores y ninguno de ellos era sacerdote. El misionero comenzó por instruir a los portugueses en los principios de la religión y a formar a los jóvenes en la práctica de la virtud. Después de pasar la mañana en asistir y consolar a los enfermos y a los presos, en hospitales y prisiones miserables, recorría las calles tocando una campanita para llamar a los niños y a los esclavos al catecismo.  Estos acudían en gran cantidad y el santo les enseñaba el Credo, las oraciones y la práctica de la vida cristiana. 
Todos los domingos celebraba la misa a los leprosos, predicaba a los cristianos y a los hindúes y visitaba las casas. Su amabilidad y su caridad con el prójimo le ganaron muchas almas.
Uno de los pecados más comunes era el concubinato de los portugueses de todas las clases sociales con las mujeres del país, dado que había en Goa muy pocas portuguesas. 
Tursellini, el autor de la primera biografía de San Francisco Javier, que fue publicada en 1594, describe con viveza los métodos que empleó el santo para combatir aquella vida de pecado. Por ellos, puede verse el tacto con que supo Javier predicar la moralidad cristiana, demostrando que no contradecía ni al sentido común, ni a los instintos verdaderamente humanos.
Para instruir a los pequeños y a los ignorantes, el santo solía adaptar las verdades del cristianismo a la música popular, un método que tuvo tal éxito que, poco después, se cantaban las canciones que él había compuesto, lo mismo en las calles que en las casa, en los campos que en los talleres.

San Francisco Javier durante su vida misionera,  hizo portentosos milagros, como profetizar sucesos desconocidos, tuvo don de lenguas (le entendían personas que hablaban idiomas distintos), convirtió agua de mar en agua dulce,   y en la apoteósis de los milagros, resucitó a más de veinte muertos (así lo explica el Padre Guillermo Ubillos en su biografía sobre el santo).

SU MUERTE A LAS PUERTAS DE CHINA...

La cristiandad había prosperado en la India durante la ausencia de Javier; pero también se habían multiplicado las dificultades y los abusos, tanto entre los misioneros como entre las autoridades portuguesas, y todo ello necesitaba urgentemente la atención del santo. Francisco Javier emprendió la tarea con tanta caridad como firmeza. Cuatro meses después, el 25 de abril de 1552, se embarcó nuevamente, llevando por compañeros a un sacerdote y un estudiante jesuitas, un criado indio y un joven chino que hubiera sido su intérprete si no hubiese olvidado su lengua natal. En Malaca, el santo fue recibido por Diego Pereira, a quien el virrey de la India había nombrado embajador ante la corte de China. 

San Francisco tuvo que hablar en Malaca sobre dicha embajada con Don Alvaro de Ataide, hijo de Vasco de Gama, que era el jefe en la marina de la región. Como Alvaro de Ataide era enemigo personal de Diego Pereira, se negó a dejar partir Pereira y a Francisco Javier, tanto en calidad de embajador como de comerciante. Ataide no se dejó convencer por los argumentos de Francisco Javier, ni siquiera cuando éste le mostró el breve de Paulo III por el que había sido nombrado nuncio apostólico. Por el hecho de oponer obstáculos a un nuncio pontificio, Ataide incurría en la excomunión. Finalmente, Ataide permitió que Francisco Javier partiese a la China. El santo envió al Japón al sacerdote jesuita y sólo conservó a su lado al joven chino, que se llamaba Antonio. Con su ayuda, esperaba poder introducirse furtivamente en China, que hasta entonces había sido inaccesible a los extranjeros. A fines de agosto de 1552, la expedición llegó a la isla desierta de Sancián (Shang-Chawan) que dista unos veinte kilómetros de la costa y está situada a cien kilómetros al sur de Hong Kong.

Por medio de una de las naves, Francisco Javier escribió desde ahí varias cartas.  Una de ellas iba dirigida a Pereira, a quien el santo decía: "Si hay alguien que merezca que Dios le premie en esta empresa, sois vos. Y a vos se deberá su éxito". En seguida, describía las medidas que había tomado: con mucha dificultad y pagando generosamente, había conseguido que un mercader chino se comprometiese a desembarcar de noche en Cantón, no sin exigirle que jurase que no revelaría su nombre a nadie. En tanto que llegaba la ocasión de realizar el proyecto, Javier cayó enfermo. Como sólo quedaba uno de los navíos portugueses, el santo se encontró en la miseria. En su última carta escribió: "Hace mucho tiempo que no tenía tan pocas ganas de vivir como ahora".
El mercader chino no volvió a presentarse. El 21 de noviembre, el santo se vio atacado por una fiebre y se refugió en el navío. Pero el movimiento del mar le hizo daño, de suerte que al día siguiente pidió que le trasportasen de nuevo a tierra. En el navío predominaban los hombres de Don Alvaro de Ataide, los cuales, temiendo ofender a éste, dejaron a Javier en la playa, expuesto al terrible viento del norte.
Un compasivo comerciante portugués le condujo a su cabaña, tan maltrecha, que el viento se colaba por las rendijas. Ahí estuvo Francisco Javier, consumido por la fiebre. Sus amigos le hicieron algunas sangrías, sin éxito alguno. Entre los espasmos del delirio, el santo oraba constantemente. Poco a poco, se fue debilitando.
El sábado 3 de diciembre de 1552, según escribió Antonio, "viendo que estaba moribundo, le puse en la mano un cirio encendido. Poco después, entregó el alma a su creador y Señor con gran paz y reposo, pronunciando el nombre de Jesús".
San Francisco Javier tenía entonces cuarenta y seis años y había pasado once en el oriente. Fue sepultado el domingo por la tarde. Al entierro asistieron Antonio, un portugués y dos esclavos.

P/D Son pocos los hombres que tienen el corazón tan grande como para responder a la llamada de Jesucristo e ir a evangelizar hasta los confines de la tierra. 
San Francisco Javier es uno de esos.  Con razón ha sido llamado: "El gigante de la historia de las misiones" y el Papa Pío X lo nombró patrono oficial de las misiones extranjeras y de todas las obras relacionadas con la propagación de la fe.
La oración del día de su fiesta dice así: "Señor, tú has querido que varias naciones llegaran al conocimiento de la verdadera religión por medio de la predicación de San Francisco Javier".
El famoso historiador Sir Walter Scott comentó: "El protestante más rígido y el filósofo más indiferente no pueden negar que supo reunir el valor y la paciencia de un mártir con el buen sentido, la decisión, la agilidad mental y la habilidad del mejor negociador que haya ido nunca en embajada alguna".