Los Santos son los protagonistas de la Historia.

El Nombre que nos imponen cuando nos Bautizan, nos hace únicos, y es el que como hijos de Dios determina nuestra misión en la vida para proclamar la Buena Nueva.

lunes, 31 de julio de 2023

SAN IGNACIO DE LOYOLA: Nos enseña a saber transmitir a los demás el entusiasmo por seguir a Cristo.

SAN IGNACIO DE LOYOLA

  San Ignacio nació en 1491 en el castillo de Loyola, en Guipúzcoa, norte de España, cerca de los montes Pirineos que están en el límite con Francia. Su padre Bertrán De Loyola y su madre Marina Sáenz, de familias muy distinguidas, tuvieron once hijos: ocho varones y tres mujeres. El más joven de todos fue Ignacio. El nombre que le pusieron en el bautismo fue Iñigo.


Su carrera militar

Entró a la carrera militar, pero en 1521, a la edad de 30 años, siendo ya capitán, fue gravemente herido mientras defendía el Castillo de Pamplona. Al ser herido su jefe, la guarnición del castillo capituló ante el ejército francés. Los vencedores lo enviaron a su Castillo de Loyola a que fuera tratado de su herida. Le hicieron tres operaciones en la rodilla, dolorosísimas, y sin anestesia; pero no permitió que lo atasen ni que nadie lo sostuviera. Durante las operaciones no prorrumpió ni una queja. Los médicos se admiraban. Para que la pierna operada no le quedara más corta le amarraron unas pesas al pie y así estuvo por semanas con el pie en alto, soportando semejante peso. Sin embargo quedó cojo para toda la vida.
 
A pesar de esto Ignacio tuvo durante toda su vida un modo muy elegante y fino para tratar a toda clase de personas. Lo había aprendido en la Corte en su niñez.
 
Mientras estaba en convalecencia pidió que le llevaran novelas de caballería, llenas de narraciones inventadas e imaginarias. Pero su hermana le dijo que no tenía más libros que "La vida de Cristo" y el "Año Cristiano", o sea la historia del santo de cada día.
 
Y le sucedió un caso muy especial. Antes, mientras leía novelas y narraciones inventadas, en el momento sentía satisfacción pero después quedaba con un sentimiento horrible de tristeza y frustración . En cambio ahora al leer la vida de Cristo y las Vidas de los santos sentía una alegría inmensa que le duraba por días y días. Esto lo fue impresionando profundamente.
 
Y mientras leía las historias de los grandes santos pensaba: "¿Y por qué no tratar de imitarlos? Si ellos pudieron llegar a ese grado de espiritualidad, ¿por qué no lo voy a lograr yo? ¿Por qué no tratar de ser como San Francisco, Santo Domingo, etc.? Estos hombres estaban hechos del mismo barro que yo. ¿Por qué no esforzarme por llegar al grado que ellos alcanzaron?". Y después se iba a cumplir en él aquello que decía Jesús: "Dichosos los que tienen un gran deseo de ser santos, porque su deseo se cumplirá" (Mt. 5,6), y aquella sentencia de los psicólogos: "Cuidado con lo que deseas, porque lo conseguirás".

Sus estudios

A los 33 años empezó como estudiante de colegio en Barcelona, España. Sus compañeros de estudio eran mucho más jóvenes que él y se burlaban mucho. El toleraba todo con admirable paciencia. De todo lo que estudiaba tomaba pretexto para elevar su alma a Dios y adorarlo.
 
Después pasó a la Universidad de Alcalá. Vestía muy pobremente y vivía de limosna. Reunía niños para enseñarles religión; hacía reuniones de gente sencilla para tratar temas de espiritualidad, y convertía pecadores hablándoles amablemente de lo importante que es salvar el alma.
 
San Ignacio de Loyola fue acusado injustamente ante la autoridad religiosa y estuvo dos meses en la cárcel. Después lo declararon inocente, pero había gente que lo perseguía. El consideraba todos estos sufrimientos como un medio que Dios le proporcionaba para que fuera pagando sus pecados. Y exclamaba: "No hay en la ciudad tantas cárceles ni tantos tormentos como los que yo deseo sufrir por amor a Jesucristo".
 
Se fue a Paris a estudiar en su famosa Universidad de La Sorbona. Allá formó un grupo con seis compañeros que se han hecho famosos porque con ellos fundó la Compañía de Jesús. Ellos son: Pedro Fabro, Francisco Javier, Laínez, Salnerón, Simón Rodríguez y Nicolás Bobadilla. Recibieron doctorado en aquella universidad y daban muy buen ejemplo a todos.
 
Los siete hicieron votos o juramentos de ser puros, obedientes y pobres, el día 15 de Agosto de 1534, fiesta de la Asunción de María. Se comprometieron a estar siempre a las órdenes del Sumo Pontífice para que él los emplease en lo que mejor le pareciera para la gloria de Dios.
 
Se fueron a Roma y el Papa Pablo III les recibió muy bien y les dio permiso de ser ordenados sacerdotes. Ignacio, que se había cambiado por ese nombre su nombre antiguo de Íñigo, esperó un año desde el día de su ordenación hasta el día de la celebración de su primera misa, para prepararse lo mejor posible a celebrarla con todo fervor.
 
San Ignacio se dedicó en Roma a predicar Ejercicios Espirituales y a catequizar al pueblo. Sus compañeros se dedicaron a dictar clases en universidades y colegios y a dar conferencias espirituales a toda clase de personas. Se propusieron como principal oficio enseñar la religión a la gente.

Así fue su conversión


Mientras se proponía seriamente convertirse, una noche se le apareció Nuestra Señora con su Hijo Santísimo. La visión lo consoló inmensamente. Desde entonces se propuso no dedicarse a servir a gobernantes de la tierra sino al Rey del cielo.
 
Apenas terminó su convalecencia se fue en peregrinación al famoso Santuario de la Virgen de Monserrat. Allí tomó el serio propósito de dedicarse a hacer penitencia por sus pecados. Cambió sus lujosos vestidos por los de un pordiosero, se consagró a la Virgen Santísima e hizo confesión general de toda su vida.
 
Y se fue a un pueblecito llamado Manresa, a 15 kilómetros de Monserrat a orar y hacer penitencia, allí estuvo un año. Cerca de Manresa había una cueva y en ella se encerraba a dedicarse a la oración y a la meditación. Allá se le ocurrió la idea de los Ejercicios Espirituales, que tanto bien iban a hacer a la humanidad.
 
Después de unos días en los cuales sentía mucho gozo y consuelo en la oración, empezó a sentir aburrimiento y cansancio por todo lo que fuera espiritual. A esta crisis de desgano la llaman los sabios "la noche oscura del alma". Es un estado dificultoso que cada uno tiene que pasar para que se convenza de que los consuelos que siente en la oración no se los merece, sino que son un regalo gratuito de Dios. Luego le llegó otra enfermedad espiritual muy fastidiosa: los escrúpulos. O sea el imaginarse que todo es pecado. Esto casi lo lleva a la desesperación.
 
Pero iba anotando lo que le sucedía y lo que sentía y estos datos le proporcionaron después mucha habilidad para poder dirigir espiritualmente a otros convertidos y según sus propias experiencias poderles enseñar el camino de la santidad. Allí orando en Manresa adquirió lo que se llama "Discreción de espíritus", que consiste en saber determinar qué es lo que le sucede a cada alma y cuáles son los consejos que más necesita, y saber distinguir lo bueno de lo malo. A un amigo suyo le decía después: "En una hora de oración en Manresa aprendí más a dirigir almas, que todo lo que hubiera podido aprender asistiendo a universidades".

 
En 1523 se fue en peregrinación a Jerusalén, pidiendo limosna por el camino. Todavía era muy impulsivo y un día casi ataca a espada a uno que hablaba mal de la religión. Por eso le aconsejaron que no se quedara en Tierra Santa donde había muchos enemigos del catolicismo. Después fue adquiriendo gran bondad y paciencia.

En 1540 el Papa Pablo III aprobó su comunidad llamada "Compañía de Jesús" o "Jesuitas". El Superior General de la nueva comunidad fue San Ignacio hasta su muerte.
 
En Roma pasó todo el resto de su vida.
 
Era tanto el deseo que tenía de salvar almas que exclamaba: "Estaría dispuesto a perder todo lo que tengo, y hasta que se acabara mi comunidad, con tal de salvar el alma de un pecador".
 
Fundó casas de su congregación en España y Portugal. Envió a San Francisco Javier a evangelizar el Asia. De los jesuitas que envió a Inglaterra, 22 murieron martirizados por los protestantes. Sus dos grandes amigos Laínez y Salmerón fueron famosos sabios que dirigieron el Concilio de Trento. A San Pedro Canisio lo envió a Alemania y este santo llegó a ser el más célebre catequista de aquél país. Recibió como religioso jesuita a San Francisco de Borja que era rico político, gobernador, en España. San Ignacio escribió más de 6 mil cartas dando consejos espirituales.
 
El Colegio que San Ignacio fundó en Roma llegó a ser modelo en el cual se inspiraron muchísimos colegios más y ahora se ha convertido en la célebre Universidad Gregoriana. Los jesuitas fundados por San Ignacio llegaron a ser los más sabios adversarios de los protestantes y combatieron y detuvieron en todas partes al protestantismo. Les recomendaba que tuvieran mansedumbre y gran respeto hacia el adversario pero que se presentaran muy instruidos para combatirlos. El deseaba que el apóstol católico fuera muy instruido.
 
El libro más famoso de San Ignacio se titula: "Ejercicios Espirituales" y es lo mejor que se ha escrito acerca de cómo hacer bien los santos ejercicios. En todo el mundo es leído y practicado este maravilloso libro. Duró 15 años escribiéndolo.
 
Su lema era: "Todo para mayor gloria de Dios". Y a ello dirigía todas sus acciones, palabras y pensamientos: A que Dios fuera más conocido, más amado y mejor obedecido.
 
En los 15 años que San Ignacio dirigió a la Compañía de Jesús, esta pasó de siete socios a más de mil. A todos y cada uno trataba de formarlos muy bien espiritualmente.
 
Como casi cada año se enfermaba y después volvía a obtener la curación, cuando le vino la última enfermedad nadie se imaginó que se iba a morir, y murió súbitamente el 31 de julio de 1556 a la edad de 65 años.
 
En 1622 el Papa lo declaró Santo y después Pío XI lo declaró Patrono de los Ejercicios Espirituales en todo el mundo. Su comunidad de Jesuitas es la más numerosa en la Iglesia Católica.
 
Datos de ICI prensa
 
 

miércoles, 26 de julio de 2023

SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA: Padres de la Virgen, su unión familiar nos invita a valorar y proteger la santidad del hogar.

 26 de Julio


    Hoy, recordamos y honramos a San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Virgen María, en quienes la Tradición nos revela la bendición y el privilegio de haber sido escogidos por Dios para desempeñar un papel crucial en la preparación del camino para el Mesías. Este papel adquiere una dimensión espiritual profunda y significativa, que se conecta íntimamente con la llegada del Salvador al mundo.

El nombre "Joaquín", de origen judío, significa "Dios prepara". Es un nombre lleno de significado, pues nos indica que Dios estaba preparando un camino especial para la llegada del Mesías, y esa preparación comienza con la concepción de la Santísima Virgen María en el seno de San Joaquín y Santa Ana. Así, la existencia de Joaquín es una señal del amor divino que trabaja en silencio y prepara el cumplimiento de su plan de salvación para la humanidad.

Por otro lado, el nombre "Ana" se traduce como "gracia". Esto es muy adecuado, ya que Santa Ana fue agraciada por Dios con la bendición de ser la madre de María, quien a su vez se convertiría en la madre del Mesías. El nombre de Ana es un recordatorio de que la gracia divina estaba presente en cada paso del camino que conducía a la llegada del Salvador.

La unión matrimonial de San Joaquín y Santa Ana representa un espejo de la Alianza establecida por Dios con el pueblo de Israel. Su amor y fidelidad el uno al otro reflejan el amor incondicional y la devoción de Dios hacia su pueblo. La alianza de amor entre Joaquín y Ana se convierte en un precursor de la alianza de amor que Dios establecería con toda la humanidad a través del Mesías, ofreciendo la oportunidad de redimirnos y reconciliarnos con Él.

En este sentido, San Joaquín y Santa Ana son los primeros eslabones en la cadena genealógica que llevaría a la encarnación del Hijo de Dios. Como padres de la Virgen María, son también los abuelos terrenales del Señor Jesús. Esta conexión familiar adquiere una significación espiritual profunda, ya que subraya la encarnación de Dios en una familia humana, reafirmando la importancia sagrada de la institución familiar como lugar de encuentro con lo divino.

La figura de la Virgen María ocupa un lugar central en esta historia espiritual. María, concebida sin pecado original, se convierte en la "Nueva Eva", la mujer que, al decir "sí" a Dios, deshace el "no" de Eva en el jardín del Edén. Su pura y humilde disposición ante la voluntad divina la convierte en el vehículo por el cual el Hijo de Dios tomaría forma humana y caminaría entre nosotros, como el Mesías esperado.

En resumen, la figura espiritual de San Joaquín y Santa Ana, como padres de la Virgen María y abuelos del Mesías, nos recuerda la importancia de la preparación divina para la llegada de Cristo al mundo. Su papel en la historia de la salvación nos inspira a reconocer y acoger la gracia de Dios en nuestras vidas, abriéndonos al plan amoroso que Él tiene para cada uno de nosotros. Asimismo, su unión familiar nos invita a valorar y proteger la santidad del hogar como un lugar donde podemos experimentar y compartir el amor y la presencia de Dios.

Diego Polo

 

martes, 25 de julio de 2023

SANTIAGO EL MAYOR APOSTOL EN ESPAÑA: Nos eneña a extender la Palabra de Dios a todos los que nos rodean.

    25 de julio. En el siglo I, un apóstol de gran valentía y fe, llamado Santiago, respondió al llamado de Jesucristo y se convirtió en uno de sus discípulos más cercanos. Santiago, cuyo nombre en hebreo era Jacob, formaba parte del grupo selecto de los doce apóstoles del Señor, quienes compartieron la misión de propagar el mensaje divino y espiritual de amor y redención.


Nacido en Betsaida, ciudad ubicada junto al Mar de Galilea, Santiago provenía de una familia dedicada a la pesca y tenía una estrecha relación con su hermano Juan, otro apóstol y evangelista. Junto a Simón Pedro, estos tres discípulos fueron los preferidos de Jesús, testigos de numerosos milagros y momentos trascendentales en la vida del Mesías. Presenció todos los grandes milagros de Cristo, y con Pedro y Juan fueron los únicos que estuvieron presentes en la Transfiguración del Señor y en su Oración en el Huerto de Getsemaní.

La esencia apostólica de Santiago se manifestó cuando, al oír las palabras de Jesús que los llamaba a ser "pescadores de hombres", dejó atrás su oficio y su empresa pesquera para seguir al Redentor y colaborar en su misión. Fue el fervor y la audacia de Santiago lo que lo destacó en el corazón de Jesús, quien reconocía en él a un amigo y seguidor inquebrantable. Se dice que estaría destinado a ser el primero de los apóstoles en dar su vida por la fe en Jesucristo.

Sin embargo, como todo ser humano, Santiago también tuvo momentos de aprendizaje en su camino hacia la santidad. En una ocasión, cuando la gente de un pueblo rechazó hospedarlos, Santiago y su hermano, movidos por un espíritu equivocado, sugirieron que lloviera fuego del cielo sobre ellos. Cristo, con su sabiduría y amor, los reprendió, recordándoles que él vino para salvar y no para destruir.

Otro episodio revelador fue cuando Santiago y Juan, por medio de su madre Salomé, solicitaron a Jesús los primeros puestos en su gloria. En respuesta, Cristo les enseñó la verdadera grandeza: el que quiera ser el primero, debe ser el servidor de todos. Esta lección hizo que Santiago aprendiera la humildad y la importancia del servicio desinteresado.

El testimonio más grande de su fidelidad a Cristo llegó después de la Ascensión, cuando, en medio de una persecución liderada por el rey Herodes Agripa, Santiago fue martirizado. Su vida fue sacrificada por proclamar la religión de Jesús Resucitado, convirtiéndose en el primer apóstol en derramar su sangre por la causa del Evangelio.

Con el paso del tiempo, la memoria y el legado apostólico de Santiago perduraron y se extendieron más allá de las fronteras. Antiguas tradiciones sostienen que Santiago llegó a España para evangelizar, y desde el siglo IX, se cree que sus reliquias descansan en la catedral de Compostela, en el norte de España. Este lugar se convirtió en un santuario para miles de peregrinos que, a lo largo de los siglos, han buscado su intercesión y han obtenido maravillosos favores del cielo.


-En la actualidad, Santiago es reconocido como el Patrono de España y de su caballería.


Los españoles han invocado su poderosa protección en momentos de dificultades y peligros, y nosotros también podemos confiar en su intercesión para obtener sus favores y alcanzar una vida espiritual más plena y apostólica. Que Santiago el Mayor, apóstol valiente y servidor humilde, nos inspire a seguir el camino de Jesucristo con entrega y amor hacia nuestros semejantes.


Diego Polo



sábado, 22 de julio de 2023

SANTA MARÍA MAGDALENA, la primera persona que vio a Cristo resucitado.

    Cada 22 de julio la Iglesia Católica celebra la fiesta de Santa María Magdalena, discípula del Señor, llamada así por ser originaria de “Magdala”, población que estaba situada en la orilla occidental del Lago de Genesaret (mar de Galilea).


Mujer que anuncia la Pascua

María Magdalena fue seguidora de nuestro Señor Jesucristo, quien la escogió para ser testigo de su resurrección, incluso, antes que los apóstoles. Por eso, fue ella quien recibió el encargo de testimoniar la victoria del Maestro sobre la muerte.

Ese llamado particular dentro de su discipulado convierte a Santa María Magdalena en modelo para todo aquel que está llamado a evangelizar; porque es ella quien encarna la figura de la mujer que anuncia el mensaje gozoso y central de la Pascua: la vida nueva en Cristo.

El Papa Emérito Benedicto XVI en 2006 resumía con precisión cuán relevante es ella en la vida cristiana: “La historia de María de Magdala recuerda a todos una verdad fundamental: discípulo de Cristo es quien, en la experiencia de la debilidad humana, ha tenido la humildad de pedirle ayuda, ha sido curado por él, y le ha seguido de cerca, convirtiéndose en testigo de la potencia de su amor misericordioso, que es más fuerte que el pecado y la muerte”.

"Cuando los demás la juzgaban y despreciaban por su pasado, el amor de Jesús la abrazaba con ternura y misericordia. En ese abrazo sanador, María Magdalena halló la redención y se convirtió en una ferviente apóstol de su enseñanza. Abandonando las sombras de su pasado, emergió como una ardiente mensajera de la verdad divina, llevando consigo la llama encendida de la fe y el amor incondicional.


Su devoción no conoció límites, pues incluso en los momentos más oscuros de la vida de Jesús, cuando fue crucificado y sepultado, María Magdalena permaneció al pie de la cruz y custodió su tumba con una lealtad inquebrantable. Fue en la aurora de un nuevo día, en el sepulcro vacío, cuando su entrega alcanzó la cúspide del amor transformador. Allí, el encuentro con el Cristo resucitado llenó su corazón de gozo indescriptible y la hizo portadora de una esperanza eterna.

Desde entonces, María Magdalena se convirtió en la imagen misma del amor divino encarnado. Su entrega y pasión se convirtieron en un faro para las almas sedientas de significado y redención. Su vida se convirtió en un testimonio vivo de cómo el amor incondicional puede transmutar el dolor en esperanza y la oscuridad en luz". Diego Polo

Así pues, celebremos a Santa María Magdalena como el ejemplo supremo de amor y pasión entregados sin reservas a lo divino. Su legado perdura a lo largo de los siglos, inspirándonos a buscar la conexión con lo trascendente y a entregarnos con pasión y devoción a la causa del amor en todas sus formas. Que su llama sagrada siga ardiendo en nuestros corazones, recordándonos que el amor es la fuerza primordial que guía nuestros pasos hacia la eternidad.

El Evangelio está lleno de referencias a María Magdalena: como la pecadora (Lc. 7, 37-50); como una de las mujeres que seguían al Señor (Jn. 20, 10-18) y como María de Betania, la hermana de Lázaro (Lc. 10, 38-42). La liturgia romana identifica a las tres mujeres con el nombre de María Magdalena, como lo hace la tradición occidental desde la época de San Gregorio Magno (s. VI - inicios del s. VII).

"A quien poco se le perdona, poco amor muestra" (Lc 7, 47)

Siempre que volvemos sobre Santa María Magdalena es necesario profundizar en el misterio de la misericordia de Dios. Ella, sin Jesús, había hecho de su vida extravío y perdición. María llevaba el alma herida, y no conocía su propio valor.

Santa Magdalena,
dau-nos 'metla plena
de bessó granat,
olives i figues
i belles espigues
de deixa i de bla!!!!

Es Jesús quien le revela el sentido de su vida y dignidad. En ese sentido, la conversión de María Magdalena es un preclaro ejemplo del poder transformador de la gracia, capaz de darnos una nueva vida, libres del poder del pecado y sus consecuencias. El perdón reconstruye lo que estaba roto y da a luz un ‘hombre nuevo’ que anuncie el Amor.

 

 

jueves, 20 de julio de 2023

SANTA MARGARITA DE ANTIOQUÍA: Ella fue una mujer fuerte, que consagró su cuerpo a Cristo en la virginidad y en el martirio.

    El 20 de julio, el Martirologio Romano conmemora "el martirio de Santa Margarita, virgen y mártir, en Antioquía". Santa Margarita fue una de las mártires más veneradas y populares en la antigua Iglesia. Originariamente conocida como "la gran virgen Marina" en el Oriente, su culto se extendió ampliamente por Inglaterra, Francia y Alemania durante la Edad Media.

Según la tradición, Margarita era hija de un sacerdote pagano en Antioquía de Pisidia y fue educada por una mujer cristiana. Luego, al abrazar el cristianismo, se vio obligada a dejar la casa de su padre y comenzó a ganarse la vida como pastora. Sin embargo, su belleza atrajo la atención del prefecto Olibrio, quien la quiso como esposa o concubina. Margarita rechazó sus avances, lo que desencadenó la ira del prefecto y su persecución por ser cristiana.

En la prisión, Margarita enfrentó diversas pruebas y tentaciones, como la aparición de un demonio en forma de dragón que intentó devorarla. Sin embargo, la cruz que llevaba en la mano la protegió, y el dragón la liberó sin causarle daño. Esta escena simbólica se asoció posteriormente con la protección en los partos difíciles.

Posteriormente, Margarita se enfrentó a otro demonio que reveló haber sido liberado por Salomón de un vaso de bronce en Babilonia, lo que le permitió causar el mal en el mundo. A pesar de los intentos de Olibrio de matarla mediante fuego y agua, muchos espectadores presentes se convirtieron al presenciar el poder divino en acción. Finalmente, Margarita fue ejecutada por la espada, pero el verdugo que la mató cayó muerto en el acto debido a su remordimiento por cumplir con la ejecución. La leyenda dice que esto ocurrió durante la persecución de Diocleciano.

El fiel Teótimo robó el cuerpo de Margarita después de su martirio, y una viuda le dio sepultura en la ciudad. Aunque algunos detalles de la narrativa son considerados apócrifos, la Iglesia valora enormemente el culto inmemorial dedicado a Santa Margarita y lo conserva hasta el día de hoy.

Su devoción se ha extendido ampliamente, y aproximadamente 200 iglesias en Inglaterra están dedicadas a Santa Margarita. Además, es considerada la patrona de los nacimientos, y los fieles la invocan en busca de protección y ayuda en ese aspecto.

Santa Margarita, con su vida ejemplar y su valiente testimonio de fe, sigue siendo una figura inspiradora y venerada en la tradición cristiana hasta nuestros días. Su legado perdura en la memoria de los fieles y en la celebración litúrgica de su martirio cada 20 de julio.

  Didac Polo

Gloses den Miquiel Campaner.

Te veig trista Margalida,
dolguda, com afligida,
cada any encenies el foc
i ara t’han pres el lloc
després de tota una vida.
Per favor, tingués pietat
sobretot dels caps pelats,
no posis llenya al caliu
o després d’aquest estiu,
tots quedarem socarrats.



lunes, 3 de julio de 2023

SANTO TOMÁS APOSTOL y apodado "el mellizo": Nos enseña a no tener miedo incluso de dudar, porque de esa duda Dios sacó una enseñanza para todos nosotros.

    Santo Tomás, apóstol del 3 de julio, fue un hombre de características peculiares y muy parecidas a las nuestra: impulsivo, obstinado, incrédulo y sincero. A pesar de estas cualidades, Jesús en el año 31, eligió contar con él, al igual que cuenta con nosotros a pesar, de todos nuestros defectos, imperfecciones, sombras y miserias. Los límites de nuestra vida se convierten en una oportunidad para que Dios muestre su poder. Por lo tanto, no debemos entristecernos.


Algunas de las frases destacadas de Santo Tomás son las siguientes:
  1. "¡Vayamos también nosotros a morir con Él!" Esta afirmación refleja la disposición de Santo Tomás de estar junto al Señor y compartir su destino, incluso si eso implica la muerte.

  2. "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Esta pregunta revela la sinceridad de Santo Tomás al buscar entender y seguir el camino señalado por Jesús.

  3. "Si no veo en sus manos el agujero de los clavos y meto mis dedos en ellos y mi mano en su costado." Esta declaración muestra la incredulidad inicial de Santo Tomás ante la resurrección de Jesús y su necesidad de pruebas tangibles.

  4. "Señor mío y Dios mío." Ante la evidencia presentada por Jesús, Santo Tomás responde con una poderosa confesión de fe, reconociendo plenamente la divinidad de Cristo.

Santo Tomás era natural de la ciudad de Galilea y se le conocía como "el mellizo" o "Dídimo" en griego. Aunque no se especifica de quién era mellizo, se menciona en el Evangelio. Se destaca su disposición a morir por el Señor y su pregunta clave que lleva a Jesús a revelarse como el Camino, la Verdad y la Vida.

El apóstol Tomás es recordado principalmente por su incredulidad ante el testimonio de sus compañeros sobre la resurrección de Jesús. Sin embargo, ocho días después, Jesús se le aparece y le invita a tocar su costado para que deje de ser incrédulo y crea. La respuesta de Santo Tomás es una poderosa confesión de fe: "¡Señor mío y Dios mío!" Este episodio se representa ampliamente en la iconografía del apóstol.

Después de la venida del Espíritu Santo, Santo Tomás envió a Tadeo para bautizar e instruir a Abgar, rey de Edesa. Según la tradición, este rey escribió una carta a Jesús invitándolo a visitar su reino y sanarlo de una enfermedad. Jesús respondió que debía cumplir su misión y luego enviaría a uno de sus discípulos para sanarlo. Santo Tomás cumplió esa promesa enviando a Tadeo, quien no solo sanó al rey, sino que también sembró la fe en esa nación.

Se sabe que Santo Tomás realizó su labor apostólica en Persia y sus alrededores, así como en la India y Etiopía. Se cree que fue martirizado en la ciudad de Coromandel, en la India, donde murió atravesado por una lanza, otro de sus atributos iconográficos. Según la tradición, sus restos fueron trasladados a Edesa en el año 394.

Uno de los atributos asociados a Santo Tomás es el cinto de la Virgen. Se cuenta una leyenda que relata cómo Santo Tomás se negaba a creer en la Asunción de María, por lo que hizo abrir la tumba de la Virgen y encontró que estaba llena de flores. En ese momento, la Virgen desató su cinturón desde el cielo y lo dejó caer en las manos del apóstol.

La festividad de Santo Tomás se celebra el 3 de julio, y es venerado como patrono de las ciudades de Prato, Parma y Urbino.