Los Santos son los protagonistas de la Historia.

El Nombre que nos imponen cuando nos Bautizan, nos hace únicos, y es el que como hijos de Dios determina nuestra misión en la vida para proclamar la Buena Nueva.

miércoles, 30 de noviembre de 2022

SAN ANDRÉS Apóstol

30 de noviembre, San Andrés, Apóstol y Mártir. 1er. Día de la Novena a la Inmaculada.


San Andrés, hermano mayor de San Pedro, nació en Betsaida (Galilea). Los dos eran discípulos de Juan Bautista, y este al ver pasar a Jesús (cuando volvía el desierto después de su ayuno y sus tentaciones) exclamó: "He ahí el cordero de Dios". Andrés se emocionó al oír semejante elogio y se fue detrás de Jesús, Jesús se volvió y les dijo: "¿Qué buscan?". Ellos le dijeron: "Señor: ¿dónde vives?". Jesús les respondió: "Venga y verán". Y se fueron y pasaron con Él aquella tarde.

Esa llamada cambió su vida para siempre. San Andrés se fue luego donde su hermano Simón y le dijo: "Hemos encontrado al Salvador del mundo" y lo llevó a donde Jesús quien encontró en el gran San Pedro a un entrañable amigo y al fundador de su Iglesia.

 San Andrés es mencionado en el momento de la multiplicación de los cinco panes y dos peces indicando al muchacho que los portaba. 

También, junto con San Felipe, intervino en la presentación de unos griegos al Divino Maestro. 

 En el día de Pentecostés, San Andrés recibió junto con la Virgen María y los demás Apóstoles, al Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, y en adelante se dedicó a predicar el evangelio con gran valentía y obrando milagros y prodigios. Predicó el Evangelio por diversos lugares (Escitia, Kiev, Novgorod, Bizancio, Tracia, etc.) y fue crucificado en Acaya por orden del procónsul Egeas, después de que el santo hubiera convertido a muchos en aquella población.

La tradición coloca su martirio el 30 de noviembre del año 63, bajo el imperio de Nerón.

 

 

lunes, 28 de noviembre de 2022

SANTA CATALINA LABOURÉ

28 de noviembre. Sta. Catalina Labouré, vidente de la Virgen Milagrosa.


Esta santa nació en La Borgoña, Francia, el 2 de mayo de 1806. En su familia eran 17 hermanos, de los que murieron seis, y a sus nueve años falleció su madre.
Una hermana suya entró en la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, y ella también sintió esa vocación, que además se vio alentada por el consejo de un anciano y afable sacerdote que en un sueño la animó a ello. 

El 21 de abril de 1830, a sus 23 años, entró en la Congregación de las Hijas de la Caridad. Al ingresar en el Seminario vio un retrato que identificó como el hombre de su sueño, y al preguntar quién era, le dijeron que se trataba de San Vicente de Paul. El mismo año de su ingreso, siendo novicia,  se le apareció la Virgen el 18 de julio. La santa fue despertada por alguien que parecía un hermoso niño (un ángel) que la guió hasta la capilla donde vio a la Virgen que se sentó, y Sta. Catalina se arrodilló junto a ella poniendo sus manos sobre las rodillas de la Virgen, y recibió consejos de Nuestra Señora. Más tarde la santa dijo sobre aquel instante: "Pasé los momentos más dulces de mi vida; me sería imposible decir lo que sentí."

Más tarde tuvo lugar la principal aparición, que fue el 27 de noviembre, en que se le mostró en un retrato de forma oval, sobre un globo terráqueo, vestida de blanco y un manto azul. De sus manos salían rayos resplandecientes que caían sobre la Tierra. Arriba se podía leer: "Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos." En el reverso del retrato estaba la letra M, sobre la que había una cruz sobre una barra, y debajo el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María.


Nuestra Señora le encargó que se acuñara una medalla con lo que había visto, y dos años después, con el permiso del arzobispo de París se grabó la medalla, que se propagó rápidamente con tan grandes frutos espirituales y prodigios, que pronto se conoció como la medalla milagrosa.  Por su intercesión se ha logrado la conversión de incrédulos, de pecadores, de tibios, así como curaciones inexplicables, etc.

Además de estas apariciones, en aquel año Sta. Catalina Labouré tuvo otras visiones, tras las cuales,  continuó su vida fervorosa sin que nadie, salvo su confesor, supiera que ella era la vidente de la Milagrosa ni supieran nada de las otras apariciones.


A sus 69 años, cuando faltaban ocho meses para su fallecimiento, y habiendo muerto ya su confesor, Sta. Catalina reveló a su superiora las visiones que había tenido. Y en París, el 31 de diciembre de 1876, expiró en la paz del Señor.

Su cuerpo se conserva incorrupto y puede ser visto por los peregrinos en la Capilla de Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa en la Casa Madre de la Congregación, en el mismo lugar donde se desarrollaron las apariciones. 

 

 

 

domingo, 27 de noviembre de 2022

BEATO RAMÓN LULIO

 27 de noviembre. Beato Raimundo Lulio, Mártir.


Ramón Llull

El Beato Ramón Llull nació en Palma de Mallorca en el año 1232, de noble familia, hijo de Ramon Amat Llull e Isabel d'Erill originarios de Montpellier Occitania. Estuvo relacionado con el Rey Jaine I de Aragón, a quien su familia servía en su corte el Palacio de los Reyes de Mallorca, que es un palacio-fortaleza de origen medieval ubicado en Perpiñán, Francia.

Palacio de los Reyes de Mallorca

Antes de casarse, ingresó en la corte del rey Jaime I de Aragón en calidad de paje de su hijo segundo Jaime, futuro rey Jaime II de Mallorca. Pronto los nobles fueron conscientes de la brillante inteligencia de Ramon y lo convirtieron en preceptor del infante don Jaime. 

Jaime II de Mallorca fue el segundo hijo de Jaime I el Conquistador y de Violante de Hungría y reinó entre 1276 y 1311 con los títulos de rey de Mallorca, conde del Rosellón y de la Cerdaña y señor de Montpellier.

Su ascenso en la corte de Aragón fue meteórico: fue sucesivamente senescal y mayordomo real del infante Jaime.

Durante sus años en la corte, Ramon se dedicó a llevar una vida mundana, licenciosa y alegre, disfrutando lujos con gran ostentación y teniendo amoríos con doncellas, incluso adulterios declarados.

Se casó con Doña Blanca Picany y de su matrimonio tuvieron dos hijos.

Tras su conversión, a los 30 años, lloró amargamente las frivolidades de su juventud. Nuestro Señor se le apareció cinco veces. Marchó a Montserrat y a Barcelona, donde San Raimundo de Peñafort le aconsejó que volviera a Mallorca. Estuvo en Randa y en Miramar, donde fundó una escuela de idiomas para misioneros.

En 1276, y merced a una subvención de Jaime I de Aragón, Llull fundó el colegio de Miramar, del que se convirtió en director, y posteriormente emprendió un viaje a París para exponer sus ideas en La Sorbona y obtener el magisterio en artes.

Fue un gran místico y gran predicador, que quería convertir a herejes, judíos y musulmanes. Estuvo en París, en Roma, en Tierra Santa, y viajó tres veces al Norte de África para evangelizar, donde fue vapuleado por los musulmanes. De regreso de su último viaje en 1316 falleció a consecuencia de las heridas que le habían infligido. 

Se le considera uno de los primeros escritores en usar una lengua neolatina.

Según Umberto Eco, el lugar de nacimiento fue determinante para Llull, pues Mallorca era una «encrucijada en la época de las tres culturas, cristiana, islámica y judía, hasta el punto de que la mayor parte de sus 280 obras reconocidas fueron escritas inicialmente en mallorquín y en árabe».

Nos ha legado brillantes obras como Ars Magna  el Libro del Amigo y del Amado, Blanquerna, el Libro Fantástico, Desconsuelo, Los Cien Nombres de Dios, el Libro de la Consolación, etc.

 

 

viernes, 25 de noviembre de 2022

SANTA CATALINA de Alejandría

 Hoy, 25 de noviembre, es Santa Catalina. Se dice que fue una virgen y mártir, llena de agudeza, de ingenio y sabiduría, no menos que de fortaleza, de ánimo.

Nació en Alejandría el 287, hija del rey de Sicilia Costo. 

 
Era muy docta y elocuente, gran conocedora de la filosofía, y simpatizante de Platón. Le gustaba escuchar al obispo Pedro el Patriarca, que junto a un providencial encuentro con el ermitaño Trifón, la movieron a la conversión, de modo que pidió el bautismo y el mismo día que lo recibió, por la noche celebró desposorios místicos con Cristo, y a partir de ahí se elevó por las sendas de la religión.

El emperador Majencio (306-312), o más probablemente Maximino (308-313, que sí que era augusto de Oriente, al contrario que Majencio) acudió a Alejandría para presidir una fiesta pagana, y ordenó que todos los súbditos hicieran sacrificios a los dioses. Catalina entró en el templo, pero, en lugar de sacrificar, hizo la señal de la cruz. Y dirigiéndose al emperador, lo reprendió exhortándolo a conocer al verdadero Dios. Conducida a palacio, ella reiteró su negativa a hacer sacrificios, pero invitó al emperador a un debate. El emperador perdió el debate, por lo que mantuvo presa a Catalina en su palacio. Ordenó entonces llamar a los grandes sabios del imperio para que debatiesen con ella y la ganaran.

A lo largo de la prueba del debate filosófico, los sabios resultaron convertidos al cristianismo por Catalina, lo que provocó la ira del emperador, quien los condenó a todos a ser ejecutados en la hoguera. Estos sabios, dado que acababan de convertirse al cristianismo, tuvieron miedo de morir sin ser bautizados, por lo que Catalina les bautizó antes de su ejecución. Después, Majencio volvió a tratar de convencer a Catalina, con promesas, para que abandonase su fe; pero, al no lograrlo, mandó azotarla y después encerrarla en prisión. Allí fue visitada por la propia emperatriz y por un oficial, Porfirio, que también terminó por convertirse junto con otros doscientos soldados, según señala la Passio.

El emperador ordenó entonces que torturaran a Catalina, utilizando para ello una máquina formada por unas ruedas provistas de unas cuchillas afiladas. Según la Passio, las ruedas se rompieron al tocar el cuerpo de Catalina, quien salió ilesa, mientras que las piezas sueltas por la máquina reventada mataron a algunos de los que estaban presentes en la ejecución. 


La emperatriz nuevamente trató de interceder a favor de Catalina, pero esto enfadó al emperador, que castigó a la emperatriz. Además, mandó decapitar a Catalina, pero de la herida no salió sangre sino leche.
Y cuenta la tradición que unos ángeles llevaron su cadáver al monte Sinaí, donde sus reliquias se veneran en el monasterio de Sta. Catalina, que fue construido por Justiniano en el siglo VI.


martes, 22 de noviembre de 2022

SANTA CECILIA, VIRGEN Y MARTIR.

22 de noviembre: Sta. Cecilia, Virgen y Mártir. 

Etimologicamente de ese nombre se pueden considerar varias procedencias:  (coeli lilia) lirios del Cielo; (coelo lya) atada al Cielo; (coelum leos) cielo del pueblo. 


La santa que llevó este nombre fue todas estas cosas. Nacida en el s.II,  de la familia noble de los Cecilios Metelos, fue educada en la fe cristiana y ya desde niña hizo voto de virginidad a Dios. Mantenía coloquios divinos, y se mortificaba, de modo que bajo sus lujosos vestidos llevaba un áspero cilio.

Fue dada en matrimonio a Valeriano, de la noble familia de los Valerios, y como la Madre de Dios, mantuvo la virginidad después de ser desposada. Consiguió la conversión de su esposo, que se bautizó y logró también la conversión de su cuñado Tiburcio. 

Durante la persecución del tirano Marco Aurelio, en el 178, a los tres les confiscaron sus bienes y fueron condenados a morir, ofreciéndoseles  (como siempre hacían los romanos) la restitución de lo suyo y la libertad, si sacrificaban a los ídolos, pero ellos no quisieron apostatar, sino que intentaron, con argumentos, la conversión de sus perseguidores, y de hecho, lograron que muchos soldados y el verdugo Maximo, entre otros, se bautizaran. 

Los hermanos después de ser azotados, fueron degollados, y Sta. Cecilia, fue condenada a morir en una caldera de agua hirviendo, pero como milagrosamente sobrevivió sin notar el calor,  el prefecto Almaquio ordenó que fuera degollada. Entonces el verdugo la hirió a espada pero sin que falleciera, y repitió dos veces más el golpe sin conseguir su propósito, y como la ley del Imperio prohibía que a los condenados a muerte por decapitación se les dieran más de tres tajos, no se pudo acabar la carnicería y se la dejó en una agonía larguísima que duró tres días, durante la que, no pudiendo ya hablar, testimonió la Stma. Trinidad con las manos, señalando la unidad de Dios con el dedo índice de una mano, y la Trinidad de Personas estirando tres dedos de la otra mano. Y así  fue enterrada en las catacumbas de San Calixto. En el s. IX fue trasladada a la basílica de Santa Cecilia en el Trastévere. En 1599, fue visto su cadáver incorrupto en la misma forma como había fallecido (señalando con los dedos la Stma. Trinidad), y así la plasmó Stefano Maderno en  una escultura sobre su sepulcro el 1600.

Esta santa ha sido muy venerada, su nombre figura en el canon romana, y su fiesta era de precepto en la Edad Media. 

Es patrona de la música, y en 1687 Häendel le dedicó la "Oda para el Día de Sta. Cecilia." Ver vídeo inferior.

 

 

domingo, 20 de noviembre de 2022

SOLEMNIDAD DE CRISTO REY

EL REINO DE DIOS.- Un reino de amor bajo un rey con corazón de carne como el nuestro, que es autor del universo y de cada una de las criaturas, y que no se impone dominando. Un rey que mendiga un poco de amor, mostrándonos y tendiendo en silencio sus manos llagadas.


Un Rey que reina desde la Cruz, con una promesa que lleva más de 2000 años cumpliéndose:

"CUANDO YO SEA LEVANTADO EN ALTO, ATRAERÉ A TODOS HACIA MÍ"

¿Qué sería del mundo si todos los hombres nos esforzáramos en seguir a Jesús, en vez de ir gritando: No queremos que éste reine en nosotros?. 

Acaso no nos damos cuenta de que el problema en la tierra, es que hay millones de hombres que se encaran con Jesucristo, pero en realidad lo hacen con su sombra, porque a Cristo no lo conocen, ni han visto la belleza de las Bienaventuranzas, ni la bondad de su corazón y su triunfo sobre la muerte.
Y esa ignorancia, sólo se vence con nuestro servicio, sin distingos, con alegría y con buena cara.

Los problemas para el Mundo, se resuelven con las relaciones institucionales transparentes. Sabiendo que para servir hay que ser muy humanos y ser muy sobrenaturales. Porque hemos de comprender a todos, convivir con todos y disculpar a todos.

Y no fiarnos nunca de nuestro saber humano, ya que sin Dios, siempre se acaban construyendo monstruosas estructuras socio-económicas perversas, que acaban con la imposición de un diseño general basado en levantar muros para que la gente no salga, o levantando muros para que la gente no entre.
Tampoco podemos pensar que la solución está en la ciencia, ya que esta a veces se pervierte y va contra el hombre.

Ante el mal no contestaremos con otro mal (cómo ocurre en Ucrania) y tantas guerras inútiles que asolan el mundo de dolor y de lagrimas, sino con la abundancia de bien que consiste en: Comprender a todos, disculpar a todos, tendiendo puentes, abriendo caminos y aplanando las montañas.

La tarea de los cristianos hoy, es evitar que haya mas odios y venganzas, siendo sembradores de paz y alegría en un río que está putrefacto. Porque para Dios: Nadie esta perdido, nadie es irreconciliable y lo nuestro debe ser restituir la concordia en todo lo que se ha estropeado, para instaurar el reino de Dios en nosotros. Este es el legado y testimonio de los santos que contemplamos en este blog.

Al mundo no lo cambian las políticas humanas, al mundo lo hemos de cambiar nosotros, poniendo a Cristo: en la cumbre de todas las actividades de la tierra, cumpliendo el deber de cada momento, siendo su testimonio en lo que parece grande y en lo que parece pequeño.

 

 

viernes, 18 de noviembre de 2022

DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

Pedro y Pablo, columnas de la fe; eran distintos, pero los unía el Evangelio; cada uno con su peculiar misión y estilo: Pedro como cabeza de la Iglesia, Pablo como apóstol de las gentes.


Llegados al final de su vida, San Pedro y San Pablo fueron llevados por las circunstancias a hacer un pequeño balance de lo que el Señor había obrado por medio de ellos. Escribiendo «a los que han alcanzado una fe, no menos preciosa que la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo».

-Pedro declaraba entre otras cosas: «considero un deber estimularos con mis exhortaciones mientras habito en esta tienda, que pronto abandonaré según la revelación recibida de nuestro Señor Jesucristo. Pero me esforzaré para que en todo tiempo después de mi partida podáis tener presentes estas cosas. Porque no os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo en fábulas artificiosamente combinadas, sino como testigos oculares de su majestad... Esta voz bajada del cielo la oímos nosotros cuando estábamos con él en el monte santo» (II Pe 1, 13-18).

-Por su parte, San Pablo le confiaba a su «verdadero hijo en la fe», San Timoteo: «Doy gracias a quien me confortó, Cristo Jesús, Señor nuestro, porque me ha juzgado digno de confianza llamándome a su servicio... la gracia de nuestro Señor Jesucristo sobreabundó con la fe y la caridad de Cristo Jesús... Por esto he obtenido yo misericordia, para que mostrase Jesucristo primero en mí toda su longanimidad, para ejemplo de cuantos habían de creer en él para la vida eterna» (I Tim 1, 12-16).

Se conocieron en Jerusalén, cuando Pablo visitó a los apóstoles tres años después de su conversión (cfr. Gal 1,15-18). Allí convivieron apenas unos pocos días. Es posible que posteriormente coincidieran en Roma, cuando Pablo fue encarcelado en la capital del Imperio. Sabemos que ambos dieron en esta ciudad su máximo testimonio de amor a Cristo en el martirio: Pedro fue crucificado; Pablo, decapitado. En la ciudad eterna reposan hoy sus reliquias en las basílicas dedicadas a ellos. Así se recoge hacia el año 200 en el testimonio del sacerdote romano Gayo: «Yo te puedo mostrar los restos de los apóstoles; pues, ya te dirijas al Vaticano, ya a la vía Ostiense, hallarás los trofeos de quienes fundaron aquella Iglesia»

Según la tradición, el martirio de San Pedro tuvo lugar en los jardines de Nerón en el Vaticano, donde se construyó el Circo de Calígula y se afirma que fue sepultado cerca de ahí. Algunos autores sostienen que, en el año 258, se trasladaron temporalmente las reliquias de San Pedro y San Pablo a una catacumba poco conocida llamada San Sebastián a fin de evitar una profanación, pero años después, las reliquias fueron trasladadas al lugar en que se hallaban antes. En el año 323, Constantino comenzó a construir la basílica de San Pedro sobre el sepulcro del Apóstol. Permaneció idéntica por dos siglos, y poco a poco los Papas fueron estableciendo junto a ella, al pie de la colina Vaticana, su residencia, tras el destierro de Aviñón. En 1506, el Papa Julio II inauguró la nueva Basílica proyectada por Bramante. La construcción duró 120 años. La nueva basílica de San Pedro, tal como se ve hoy, fue consagrada por Urbano VIII el 18 de noviembre de 1626, y el altar mayor fue construido sobre el sepulcro de Pedro.

El martirio de San Pablo tuvo lugar a unos 11 kilómetros del de San Pedro, en Aquae Salviae (actualmente Tre Fontane), en la Vía Ostiense. El cadáver fue sepultado a tres kilómetros de ahí, en la propiedad de una dama llamada Lucina.

La gran Iglesia de San Pablo Extramuros fue construida principalmente por el emperador Teodosio I y el Papa San León Magno. En 1823 fue consumida por un incendio. Se reconstruyó, haciendo una imitación de la anterior y fue consagrada por el Papa Pío IX el 10 de diciembre de 1854, pero la fecha de su conmemoración se celebra en este día, como lo hace notar el Martirologio. 

 

 

jueves, 17 de noviembre de 2022

SANTA ISABEL DE HUNGRÍA

Hoy es Sta. Isabel de Hungría, que nació el 7 de julio de 1207 en Sarospatak, Hungría, hija del Rey Andrés II y de Gertrudis de Andechs-Merania. 

 
Sería sobrina de Sta. Eduviges, y  madre de la Beata premonstratense Gertrudis de Altenberg . También era hermana de la Reina Violante (esposa del Rey Jaime I de Aragón).
Desde su infancia mostró una notable vida de piedad y una ejemplar caridad. Fue dada en matrimonio a Luis IV, Landgrave de Turingia, de cuya feliz unión tuvieron tres hijos. Bajo el castillo de Warburgo edificó un hospital y ella misma servía a los pobres y enfermos. Tuvo por director espiritual al inquisidor Conrado de Marburgo. 

Cuando ella sólo tenía veinte años y su hijo menor estaba recién nacido, el esposo murió luchando en las Cruzadas. La Santa estuvo a punto de sucumbir a la desesperanza, pero luego aceptó la voluntad de Dios. Renunció a propuestas que le hacían para nuevos matrimonios y decidió que el resto de su vida sería para vivir totalmente pobre y dedicarse a los más pobres. Daba de comer cada día a 900 pobres en el castillo.

Un día, después de las ceremonias, cuando ya habían quitado los manteles a los altares, la santa se arrodilló ante un altar y delante de varios religiosos hizo voto de renunciar a todos sus bienes y de vivir totalmente pobre, como San Francisco de Asís hasta el final de su vida y de dedicarse por completo a ayudar a los más pobres. Cambió sus vestidos de princesa por un simple hábito de hermana franciscana. Cuando apenas iba a cumplir sus 24 años, el 17 de noviembre del año 1231, pasó de esta vida a la eternidad.

Los milagros que sucedieron en su sepulcro movieron al Sumo Pontífice a declararla santa, cuando apenas habían pasado cuatro años de su muerte, y además, Santa Isabel de Hungría fue declarada patrona de la Arquidiócesis de Bogotá.

Murió  en Marburgo el 17 de noviembre de 1231 a sus 24 años, siendo canonizada por Gregorio IX sólo 4 años después de su fallecimiento, en una ceremonia a la que asistió Federico II.

 


miércoles, 16 de noviembre de 2022

SANTA MARGARITA DE ESCOCIA

 Celebración del día 16 de noviembre: Santa Margarita de Escocia.

 
De estirpe regia y de santos. Por parte de padre emparenta con la realeza inglesa y por parte de madre con la de Hungría. Los santos son, por parte de padre, san Eduardo Confesor que era su bisabuelo y, por parte de madre, san Esteban , rey de Hungría.

Nació del matrimonio habido entre Eduardo y Agata, en Hungría, con fecha difícil de determinar. Su padre nunca llegó a reinar, porque al ser llamado por la nobleza inglesa para ello, resulta que el normando Guillermo el Conquistador invade sus tierras, se corona rey e impone el juramento de fidelidad; al poco tiempo murió Eduardo de muerte natural.

Pero esta situación fue la que hizo que Margarita llegara a ser reina de Escocia por casarse con el rey. Su madre había previsto y dispuesto que la familia regresara al continente al quedarse viuda tras la muerte de su esposo y, bien sea por necesidad de puerto a causa de tempestades, bien por la confianza en la buena acogida de la casa real escocesa, el caso es que atracaron en Escocia y allí se enamoró el rey Malcon III de Margarita y se casó con ella.

Es una mujer ejemplar en la corte y con la gente paño de lágrimas. Se la conoce delicada en el cumplimiento de sus obligaciones de esposa; esmerada en la educación de los hijos, les dedica todo el tiempo que cada uno necesita; sabe estar en el sitio que como a reina le corresponde en el trato con la nobleza y asume responsabilidades cristianas que le llenan el día. Señalan sus hagiógrafos las continuas preocupaciones por los más necesitados: visita y consuela enfermos llegando a limpiar sus heridas y a besar sus llagas; ayuda habitualmente a familias pobres y numerosas; socorre a los indigentes con bienes propios y de palacio hasta vender sus joyas. Lee a diario los Libros Santos, los medita y lo que es mejor ¡se esfuerza por cumplir las enseñanzas de Jesús! De ellos saca las luces y las fuerzas. De hecho, su libro de rezos, un precioso códice decorado con primor —milagrosamente recuperado sin sufrir daño del lecho del río en que cayó— se conserva en la biblioteca bodleiana de Oxford (Inglaterra).

También se ocupó de restaurar iglesias y levantar templos, destacando la edificación de la abadía de Dunferline.

Puso también empeño en eliminar del reino los abusos que se cometían en materia religiosa y se esforzó en poner fin a las abundantes supersticiones; para ello, convocó concilios con la intención de que los obispos determinaran el modo práctico de exponer todo y sólo lo que manda la Iglesia y las enseñanzas de los Padres.

"Gracias, Dios mío, porque me das paciencia para soportar tantas desgracias juntas". Esta fue su frase cuando le comunicaron la muerte de su esposo y de su hijo Eduardo en una acción bélica. Fue cuando marcharon a recuperar el castillo de Aluwick, en Northumberland, del que se había apoderado el usurpador Guillermo. Ella soportaba en aquellos momentos la larga y penosísima enfermedad que le llevó a la muerte el año 1093, en Edimburgo.

Es la reina Margarita la patrona de Escocia, canonizada por el papa Inociencio IV en el año 1250. Pero no pueden venerarse sus reliquias por desconocerse el lugar donde reposan. Por la manía que tenían los antiguos de desarmar los esqueletos de los santos, su cráneo —que perteneció a María Estuardo— se perdió con la Revolución francesa, porque lo tenían los jesuitas en Douai y, desde luego, no salieron muy bien parados sus bienes. El cuerpo tampoco se pudo encontrar cuando lo pidió Gelliers, arzobispo de Edimburgo, a Pío XI, aunque se sabe que se trasladó a España por empeño de Felipe II quien mandó tallar un sepulcro en El Escorial para los restos de Margarita y de su esposo. 

 

 

martes, 15 de noviembre de 2022

SAN ALBERTO MAGNO

Obispo de Regensburgo, Doctor de la Iglesia, confesor y misionero de la palabra divina.


Hoy es San Alberto Magno, obispo y doctor de la Iglesia.  Nació en Lavingen, Suavia, (Actual Alemania) el 1193. Miembro de la nobleza, tuvo una juventud despreocupada, dedicado a la caza y otros entretenimientos. 


Estudiando en la Universidad de Pádua, a sus treinta años, escuchó la prédica del Beato Jordán de Sajonia, y entonces se le iluminó el deseo de la santidad y  se hizo dominico. A partir de entonces se dedicó a orar, estudiar, enseñar y predicar. Estudió también en París donde se doctoró. 


Su excepcional erudición le llevó a convertirse en uno de los más destacados profesores de la época, y uno de los grandes sabios de todos los tiempos. Se le conoce como el "Doctor Universal" porque era un polímata con un saber enciclopédico que abarcaba teología, filosofía, matemáticas, lógica, química, ciencias naturales, mineralogía, geografía, astronomía, economía, música, derecho, fisiología y otras materias.

Ejerció su docencia en las universidades de Friburgo, Lausana, Ratisbona, Estrasburgo, París y Colonia.
Entre sus alumnos se cuentan San Buenaventura, Bacon, Hales, Duns Scoto, y el más ilustre: Sto. Tomás de Aquino.

Estableció el principio de la autonomía de la ciencia, distinguió el campo de la filosofía y la teología, expuso la concordia de la razón y la fe, y se basó sobre todo en Aristóteles.

Entre sus descubrimientos cabe destacar que fue el primero en aislar el arsénico en 1250; y también demostró, con argumentos sólidos, que la Tierra es esférica. 


Sus obras están publicadas en 38 volúmenes.
En el plano pastoral, fue provincial en Alemania y después ejerció como obispo de Ratisbona de 1260 a 1263, y tras resolver problemas que tenía esa diócesis, renunció, para volver a la vida de comunidad en el convento de Wurzburgo y enseñar en Colonia.

Fue un gran místico, muy devoto de la Misa, la Pasión de Cristo y la Virgen.
Murió en Colonia el 15 de noviembre de 1280 a sus 87 años.

Es patrono de los estudiantes de química, ciencias exactas y ciencias naturales.

 

 
 

domingo, 13 de noviembre de 2022

SAN DIEGO de Alcalá

 
Se celebra su Fiesta el 13 de noviembre.
Nació en España en el año 1400, de familia muy pobre. De joven fue a un campo solitario a acompañar a un familiar que hacía allí vida de monje ermitaño. Y de él aprendió el arte de la oración y de la meditación y un gran cariño por Jesús Crucificado.

Se dedicó a las labores manuales y a recoger leña, y con lo que ganaba ayudaba a muchos pobres. Y como el que más da, más recibe, la gente empezó a llevarle abundantes limosnas para que repartiera entre los necesitados.

Pero sucedió que leyó la vida de San Francisco de Asís y se entusiasmó grandemente por el modo de vivir de este santo, y además estaba preocupado porque su demasiada popularidad en su tierra le quitaba la oportunidad de poder vivir en soledad y recogimiento. Y así fue que pidió ser recibido como religioso franciscano y fue admitido.

Diego había hecho muy pocos estudios, pero era muy iluminado por luces celestiales, y así sucedía que cuando le preguntaban acerca de los temas espirituales más difíciles, daba unas respuestas que dejaban admirados a todos.

Fue enviado a misionar a las Islas Canarias y allá logró la conversión de muchos paganos y no permitió que los colonos esclavizaran a los nativos. Y haciendo una excepción a la regla, los superiores lo nombraron superior de la comunidad, siendo un simple lego. Y lo hizo muy bien.

En 1449 hizo un viaje desde España hasta Roma a pie. Iba a asistir a la canonización de San Bernardino de Siena. Acompañaba al Padre superior, el P. Alonso de Castro. Este se enfermó y Diego lo atendió con tan gran esmero y delicadeza, que los superiores lo encargaron por tres meses de la dirección del hospital de la comunidad de Roma, y allí hizo numerosas curaciones milagrosas a enfermos incurables.

A San Diego lo pintan llevando algo escondido en el manto. Es un mercado para los pobres. Y es que en los últimos años estuvo de portero en varios conventos y regalaba a los pobres todo lo que encontraba. Y dicen que en un día en que llevaba un mercado a un mendigo se encontró con un superior que era muy bravo y este le preguntó qué llevaba allí. El santito muy asustado le respondió que llevaba unas rosas, y al abrir el manto sólo aparecieron rosas y más rosas.

 
Los últimos años de su vida pasaba días enteros dedicados a la oración. Al ver un crucifijo quedaba en éxtasis. Su amor por la Virgen Santísima era inmenso. Untaba a los enfermos con un poco de aceite de la lámpara del altar de la Virgen y los enfermos se curaban.

El 12 de noviembre del año 1463, sintiéndose morir pidió un crucifijo y recitando aquel himno del Viernes Santo que dice: "¡Dulce leño, dulces clavos que soportásteis tan dulce peso!" expiró santamente.

En su sepulcro se obraron muchos milagros y el mismo rey de España, Felipe II, obtuvo la milagrosa curación de su hijo al rezarle a Diego. Por eso el rey le pidió al Sumo Pontífice que lo declarara santo. Y fue canonizado sólo 25 años después de haber muerto, en 1588.

 
-San Diego
, dio nombre a la
Histórica misión de San Diego de Alcalá, en California, fundada por el mallorquín San Junípero Serra, en Estados Unidos. 

Sus milagros fueron múltiples y sonados, se cuenta que salvó a un niño de morir abrasado —y que es narrado por casi todos los sus biógrafos— ocurrió estando en Sevilla. Un niño de siete años, que había hecho alguna travesura, por temor al castigo, se escondió en el gran horno de la casa y se durmió. La madre, ignorando el hecho encendió después el horno. Pero cuando oyó los gritos del niño, se desmayó, enloquecida de dolor. Mientras tanto el fuego ardía. Al volver en sí, en vez de intentar sacar a su hijo, salió corriendo a la calle y gritando. Fray Diego, que por allí pasaba, le preguntó cuál era la causa de su llanto. Y le recomendó a la infeliz madre que corriera a la iglesia, fuera al altar de la Virgen María conocida como “la Antigua”, y se encomendara a Ella. Mientras tanto, él se dirigió a la casa de la mujer y delante del horno, con voz perentoria, le dijo al niño que saliera de allí. A pesar de que la leña ya se había transformado en brasa, el niño salió ileso. Ante la aclamación del pueblo atraído al lugar por el suceso, fray Diego cogió al niño de la mano y lo llevó a la iglesia, para que agradeciera personalmente a la Santísima Virgen por haberlo salvado. Eso hizo con que se propagara aún más la devoción a aquella imagen, ya tenida antes como milagrosa.

MILAGROS DESPUÉS DE SU FALLECIMIENTO

La fama de santidad de fray Diego, que ya era grande en vida, creció después de su muerte.

Alcanzaron mucha divulgación, a causa de los personajes envueltos en los hechos, dos milagros ocurridos por el contacto con su cuerpo incorrupto.

En una cacería, el rey Enrique IV de Castilla (1425-1474) cayó del caballo y se hirió gravemente el brazo, causándole un inmenso dolor que los médicos no conseguían aliviar. El monarca se dirigió entonces a Alcalá, y pedir su curación a fray Diego, cuyo cuerpo incorrupto fue entonces removido de la sepultura. Enrique se recostó entonces a su lado y, después de besarlo, colocó la mano del cadáver sobre su brazo enfermo. El dolor desapareció instantáneamente y el brazo herido readquirió toda su fuerza primitiva.

El otro milagro ocurrió en 1562, casi cien años después, con el príncipe D. Carlos, hijo del rey Felipe II de España. Debido a una violenta caída, el príncipe se dio un golpe tan fuerte en la cabeza, que fue desahuciado por los médicos.
En situación tan desesperante, Felipe II fue a Alcalá y mandó abrir la tumba en la cual se encontraba el cuerpo incorrupto de fray Diego. Pusieron sobre el rostro del santo un pañuelo de seda, que fue después colocado sobre el del príncipe. Este adormeció; al despertar, pidió que le dieran de comer. En pocos días estaba nuevamente de pie. En vista del milagro, Felipe II rogó al Papa Sixto V, que también era franciscano, que apresurase la canonización de fray Diego, lo que el Pontífice hizo el 2 de junio de 1588.

 
El cuerpo 'incorrupto' de San Diego de Alcalá vuelve a mostrarse al público como cada 13 de noviembre en la Catedral Magistral de Alcalá de Henares.

  https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-3710

 

 

SAN JOSAFAT KUNCEWICZ -OBISPO Y MARTIR-.

FUE ASESINADO AL GRITO DE: "¡MUERTE AL PAPISTA!"

 
Cada 12 de noviembre la Iglesia Católica celebra a San Josafat, mártir de la cristiandad, quien fuera obispo greco-católico ruteno en el siglo XVII.

San Josafat es considerado el patrono de la vuelta a la unidad entre cristianos ortodoxos y católicos, divididos por un cisma histórico que clama por una reconciliación definitiva.

Sacerdote católico de rito bizantino

Josafat (Juan) Kuncewicz nació en Volodimir de Volinia, ducado de Lituania, en 1580. Hijo de padres ortodoxos, vivió en tiempos en los que la Iglesia ortodoxa tradicional y la Iglesia greco-católica bielorrusa de rito griego se encontraban en una pugna constante.

Esta última había restablecido la plena comunión con Roma durante el Concilio de Florencia (1451-1452), reconociendo el primado de Pedro sobre el resto de obispos.

Josafat se integró al catolicismo y fue admitido en la Orden de San Basilio. Recibió el orden sacerdotal en el rito bizantino y posteriormente sería nombrado arzobispo de Polotsk (actual Bielorrusia).

Trabajando por curar las heridas

Como se mencionó anteriormente, a San Josafat le tocó vivir tiempos turbulentos. El cisma seguiría siendo una herida abierta en el corazón de la cristiandad: muchos templos se hallaban en ruinas y se acrecentaba la crisis del clero secular católico debido a la presencia de sacerdotes casados -entre ellos incluso algunos polígamos- y una vida monástica en franco declive.

Como obispo, San Josafat convocó a sínodo a los pastores bajo su mando con la intención de enfrentar la crisis, publicó un catecismo, dispuso ordenanzas sobre la conducta del clero y buscó acabar con las interferencias del poder secular en los asuntos de la iglesia local.

A la par, trabajó incansablemente por asistir a sus ovejas fortaleciendo la administración de los sacramentos y la atención a los más necesitados, pobres, enfermos y prisioneros.

Unidad bajo el primado de Pedro

Su celo pastoral le acarreó calumnias, críticas malintencionadas e incomprensiones. Se hizo de enemigos “externos”, pero también de inesperados enemigos “internos”, puesto que muchos católicos querían evitar el imperio de la disciplina espiritual y las exigencias propias de la caridad.

De esta forma, se convirtió en blanco de una serie de conspiraciones para defenestrarlo e incluso matarlo.

El santo, en respuesta al peligro inminente sobre su vida, llegó a decir: “Estoy pronto a morir por la sagrada unión, por la supremacía de San Pedro y del Romano Pontífice". El 12 de noviembre de 1623, al grito de “¡Muerte al papista!”, San Josafat fue atacado por la turba extremista ortodoxa y luego asesinado -cayó atravesado por una lanza-.

Josafat, signo de que la unidad es posible

El Beato Pío IX, en 1867, fue el encargado de canonizar a San Josafat, convirtiéndolo en el primer santo de la Iglesia católica de Oriente que pasó por un proceso formal de canonización.

https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-celebra-a-san-josafat-el-martir-ladron-de-almas-54947


viernes, 11 de noviembre de 2022

SAN MARTÍN DE TOURS


-Hoy 11 de noviembre es San Martín de Tours, el exsoldado romano convertido al cristianismo que llegó a ser obispo, y que quedó inmortalizado en la memoria de los fieles por uno de sus gestos de caridad. San Martín de Tours es patrono de iglesias, asociaciones, iniciativas y diversos lugares alrededor del mundo.

-Hay un dicho popular que dice: Por San Martín prepara la manta y el calcetín.

Soldado de Cristo

Martín nació en Panonia (actual Hungría) alrededor del año 316. Fue hijo de padres paganos. Su padre fue militar y él, siguiendo la tradición familiar, ingresó a los 15 años a la guardia imperial romana. Mientras integraba el ejército, se convirtió al cristianismo y fue admitido como catecúmeno.

 Caridad “a capa y espada”

Hacia el año 337, encontrándose Martín con las huestes romanas en Amiens, al norte de Francia, vio a un mendigo recostado junto a la puerta de la ciudad, tiritando de frío.

El noble soldado al verlo en esas condiciones, espada en mano, dividió su capa en dos: una mitad la conservó por respeto a quien se la otorgó, el Imperio al que servía, mientras que la otra la usó para cubrir el helado cuerpo del mendigo, dándole cobijo y abrigo.

El gesto dejó atónitos a quienes lo presenciaron, ya que los oficiales romanos, por regla, jamás mostraban compasión o piedad con nadie, menos con los débiles.

Días después, Martín tuvo un sueño en el que Cristo aparecía diciéndole a los ángeles: “Martín, siendo todavía catecúmeno, me ha cubierto con este vestido”.

Aquel gesto de amor por el prójimo, de desprendimiento y justicia, ha quedado perennizado en el arte, en óleos y frescos, como puede constatarse fácilmente si se revisa la iconografía del santo. Mención aparte merece la impresionante pintura que hizo el Greco representando el episodio del santo y el mendigo.

Monje, sacerdote y pastor

Una vez que Martín renunció a la milicia, se unió a los discípulos de San Hilario de Poitiers y adoptó un modo de vida ascético y de oración constante. Lamentablemente, Hilario tuvo que exiliarse y abandonar Poitiers, por lo que Martín decidió también dejar la ciudad y asentarse en Milán.

Allí se reencontró con su madre, a quien pudo convertir al cristianismo. Penosamente no tendría la misma suerte con su padre.

Cuando Hilario regresa a Poitiers, Martín decide ir a su encuentro. De vuelta a la ciudad francesa, se dedicó a impulsar la construcción de un monasterio en Ligugé -el primero en construirse en Europa-.

Allí vivió como monje durante una década bajo la dirección espiritual de Hilario, su preceptor espiritual. Este lo prepararía para el diaconado y el sacerdocio. Tras recibir el orden sacerdotal, Martin sería elegido obispo de la ciudad de Tours.

El episodio con Prisciliano

Como obispo, Martin se dedicó a la evangelización y a combatir la influencia pagana dentro de la Iglesia, en especial la producida por el gnosticismo. En ese propósito tuvo que enfrentar al obispo Prisciliano, quien había adoptado la doctrina maniquea.

Martín estuvo permanentemente en disputa con este en el campo doctrinal, pero aún con eso, no dudó en mostrar su rechazo en público cuando Prisciliano fue encarcelado y condenado a muerte, a consecuencia de las presiones políticas ejercidas por Idacio, obispo de Mérida.

Martín intercedió por Prisciliano ante el emperador, pero este no le hizo caso y se inclinaría a favor de Idacio. Martín, golpeado por estos tristes sucesos, rompería todo vínculo con el obispo de Mérida hasta el epílogo de sus vidas, cuando se reconciliaron.

Últimas acciones pastorales

Martín fundó una comunidad denominada “Maius Monasterium” (monasterio mayor), también conocida como Marmoutier.

Además, en su afán evangelizador, dedicó los últimos 25 años de su vida a viajar por las regiones de Turena, Chartres, París, Autun, Sens y Vienne.​ La muerte lo encontró en Candes (actual Candes-Saint-Martin) en el año 397.

A rezar a la “capilla”

Tras su muerte, la media capa que regaló al mendigo fue encontrada y puesta en una urna, construyéndose un santuario pequeño para conservarla, uno que sirviera al mismo tiempo como lugar de culto. Se cree que el uso del nombre “capilla” para designar a todo templo pequeño tiene que ver directamente con la historia de San Martín.

https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-celebra-a-san-martin-de-tours-el-militar-que-cubrio-a-cristo-con-su-capa-93862

 

 

miércoles, 9 de noviembre de 2022

SAN LEÓN MAGNO, PAPA Y DOCTOR DE LA IGLESIA

 


 10 de Noviembre

Año 452 d.C. La Península itálica tiembla frente a los Hunos, capitaneadas por Atila. Gran parte del norte de Italia ya ha caído en manos del invasor. Las ciudades de Aquilea, Padua y Milán han sido conquistadas, saqueadas y rasadas al suelo. Ahora Atila prosigue su avance, está cerca de Mantua, sobre el río Mincio. Allí la Historia se detiene y se forma: León Magno, elegido Papa doce años antes, encabeza una delegación de Roma, se encuentra con Atila y lo disuade de proseguir la guerra de invasión. La leyenda – retomada después por Rafael en los frescos de las “Estancias” – narra que el rey de los Hunos se retira tras haber visto aparecer, detrás de León, a los Apóstoles Pedro y Pablo, armados con espadas. Tres años después, en el 455, una vez más el “Papa Magno”, si bien desarmado, detiene a las puertas de Roma a los Vándalos de África, guiados por el rey Genserico. Gracias a su intervención, la ciudad sí es saqueada, pero no incendiada. Permanecen de pie las Basílicas de San Pedro, San Pablo y San Juan, en las que encuentra refugio gran parte de la población, que así ha salvado su vida.

Encuentro de León Magno con Atila
 

"Pedro ha hablado por boca de León"

Pero la vida de León no se explicita sólo en el empeño por la paz, llevando adelante con coraje y sin detenerse. El Pontífice también se dedica mucho a la tutela de la doctrina: es él, en efecto, el que inspira el Concilio ecuménico de Calcedonia (hoy Kadiköy, en Turquía), que reconoce y afirma la unión en Cristo de las dos naturalezas – humana y divina – rechazando la herejía de Eutiquio, que niega la esencia humana del Hijo de Dios. La intervención de León en el Concilio se produce a través de un texto doctrinal fundamental: el “Tomo a Flaviano”, Obispo de Constantinopla. El documento es leído públicamente a los 350 Padres conciliares que lo acogen por aclamación afirmando: “Pedro ha hablado por boca de León, León ha enseñado según la piedad y la verdad”.

Teólogo y pastor

Defensor y promotor del Primado de Roma, el “Pontífice Magno” deja a la historia casi 100 sermones y casi 150 cartas, demostrándose así tanto teólogo cuanto pastor, atento a la comunión entre las diversas Iglesias, sin olvidarse de las necesidades de los fieles. En efecto para ellos anima las obras de caridad en una Roma doblegada por las carestías, la pobreza, las injusticias y las supersticiones paganas. Lleva adelante todas las acciones indispensables – tal como se lee en sus escritos – para “tener justicia con constancia” y “ofrecer amorosamente la clemencia”, puesto que “sin Cristo no podemos nada, pero con Él, podemos todo”.

El 45° Papa de la historia

Nacido en la Tuscia y convertido en diácono de la Iglesia de Roma alrededor del año 430, en el 440 León es enviado por la emperatriz Galla Placidia a pacificar Galia, contendida entre el general Flavio Aecio y el prefecto del pretorio Albino. Pocos meses después, muere el Papa Sixto III. Le sucede León, su consejero. La consagración como Pontífice – el 45° de la historia de la Iglesia – se produce el 29 de septiembre del 440.

Un Pontificado de “récords”

Su Pontificado, que duró 21 años, reúne diversos récords: primer Obispo de Roma que lleva el nombre de León; primer Sucesor de Pedro en ser llamado “Magno”; primer Papa de quien nos ha llegado la predicación, también es uno de los dos únicos Pontífices (el otro es Gregorio Magno) que ha recibido, en 1754, por voluntad de Benedicto XIV, el título de “Doctor de la Iglesia”. 

-Defensor de la Fe y de la unidad de la Iglesia contra los ataques de:

-Nestorio (que negaba la Encarnación y afirmaba que en Cristo había yuxtaposición de la naturaleza divina y humana, cuando en realidad Cristo es una sola Persona, Dios y hombre verdadero, como definió el concilio de Éfeso que condenó el nestorianismo).
-Desmontó errores de su tiempo como el maniqueísmo (una religión sincrética relacionada con el gnosticismo que hablaba de un principio bueno y uno malo), el pelagianismo (herejía que decía que el pecado original no corrompió la naturaleza humana y minimizando el papel de la gracia, afirmaba que los hombres tienen libre albedrío para alcanzar la virtud),  el priscilianismo (una secta asceta que se basaba en Escrituras apócrifas, de sesgo modalista, maniqueo y gnóstico y defendía la mentira útil), y el monofisismo (herejía que propugnaba una sola naturaleza en Cristo).
-Durante su pontificado se celebró el Concilio de Calcedonia (el año 451), que proclamó la divinidad y humanidad de Cristo.
-Defendió la doctrina moral contra las relajaciones de la época. Fue gran predicador y catequista.
-Es autor del Tomo a Flaviano y otras obras.

Su muerte se produjo el 10 de noviembre del 461 y, según algunos historiadores, León Magno también fue el primer Papa en ser sepultado dentro de la Basílica Vaticana. Aún hoy, sus reliquias se conservan en San Pedro, concretamente en la Capilla de la “Virgen de la Columna”.

https://www.vaticannews.va/es/santos/11/10/s--leon-magno--papa-y-doctor-de-la-iglesia.html

 


DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE SAN JUAN DE LETRÁN

 

 

Cada 9 de noviembre, la Iglesia celebra la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, la primera Basílica en ser construida en la ciudad de Roma, mucho antes que la Basílica de San Pedro.
Celebrar la dedicación de la iglesia madre de todas las iglesias es una invitación a los cristianos de la Iglesia universal a vivir la unidad de fe y de amor, para ser piedras vivas en la construcción de la Jerusalén celeste, la Iglesia sin mancha ni arruga, cuyo templo, altar y víctima es Jesucristo, el Cordero inmaculado.

Así lo recordaba el Papa Emérito Benedicto XVI en noviembre del 2008: “Esta Basílica fue la primera en ser construida después del edicto del emperador Constantino, el cual, en el año 313, concedió a los cristianos la libertad de practicar su religión… El mismo emperador donó al Papa Melquíades la antigua propiedad de la familia de los Laterani y allí hizo construir la Basílica, el baptisterio y patriarquío. Es decir, la residencia del Obispo de Roma, donde vivieron los Papas hasta el período aviñonés”.

¿En qué consiste el primado del Papa?

El Papa es la más alta autoridad de la Iglesia, como vicario de Cristo. Tiene esta potestad por ser sucesor de san Pedro, a quien Jesucristo confirió la primacía entre los apóstoles.

En el Código de Derecho Canónico se define así su función:
Canon 331:
El Obispo de la Iglesia Romana, en quien permanece la función que el Señor encomendó singularmente a Pedro, primero entre los Apóstoles, y que había de transmitirse a sus sucesores, es cabeza del Colegio de los Obispos, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia universal en la tierra; el cual, por tanto, tiene, en virtud de su función, potestad ordinaria, que es suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia, y que puede siempre ejercer libremente.

Potestad del Papa y potestad del Colegio Episcopal.

La autoridad del Papa, aunque sea propia y no derive de los demás obispos, no está separada de la que tiene el colegio episcopal. Juan Pablo II lo explicaba así: “Ambos, el Papa y el cuerpo episcopal, tienen toda la plenitud de la potestad.
El Papa posee esta plenitud a título personal, mientras el cuerpo episcopal la posee colegialmente, estando unido bajo la autoridad del Papa” (Catequesis de Juan Pablo II).
De ahí que el Papa escuche la voz de las Iglesias a través de varias instituciones, como el Sínodo de los Obispos o las visitas ad limina. Igualmente, Juan Pablo II convocó en diversas ocasiones a las conferencias episcopales de algunos países para ayudarles a alcanzar una decisión común, ante problemas en los que no conseguían ponerse de acuerdo.


Funciones del Papa.


La misión del Papa es la confiada a Pedro, según los Evangelios: Jesucristo le dio las “llaves del Reino de los Cielos”, con el poder de “atar y desatar” (cfr. Mt 16, 19), para “confirmar a los hermanos en la fe” (cfr. Lc 22, 32) y “apacentar su rebaño” (cfr. Jn 21, 15-17). O sea, es un servicio a la unidad de la Iglesia en la fe y en la comunión. Se resume en dos aspectos: enseñanza y gobierno.

Al obispo de Roma, corresponde la tarea de enseñar la verdad revelada y mostrarla a los hombres. Es una misión eminentemente positiva, no se limita a condenar los errores doctrinales. El Papa realiza esta misión de enseñanza de tres modos principales, explicaba Juan Pablo II: “Ante todo, con la palabra”; en segundo lugar, mediante escritos, propios o publicados con su autorización por la Curia Romana; tercero, mediante iniciativas institucionales para impulsar el estudio y la difusión de la fe, como se suele hacer a través de distintos consejos pontificios (Catequesis de Juan Pablo II).

Esta autoridad doctrinal suprema reside a la vez en el colegio episcopal junto con su cabeza, el Papa. Así se manifiesta, de modo singular, en los concilios ecuménicos.


Infalibilidad pontificia
.

Según el dogma expuesto por el Concilio Vaticano I, el Papa goza de infalibilidad “cuando, cumpliendo su oficio de pastor y doctor de todos los cristianos, define en virtud de su suprema autoridad apostólica que una doctrina sobre la fe o las costumbres debe ser sostenida por la Iglesia universal”.
Cuando el Papa pronuncia una definición infalible, se dice que habla ex cathedra.
La misma infalibilidad tienen las doctrinas expuestas con igual tenor por el colegio episcopal junto con el Papa (cfr. Código de Derecho Canónico, canon 749).
Esta autoridad magisterial es la de declarar lo contenido en la Revelación, como precisa el mismo Concilio:
“El Espíritu Santo no fue prometido a los sucesores de Pedro para que por revelación suya manifestaran una nueva doctrina, sino para que, con su asistencia, santamente custodiaran y expusieran fielmente la revelación transmitida por los apóstoles”.


La infalibilidad propia de unas pocas definiciones -las dogmáticas- no significa que las enseñanzas del Papa y del colegio episcopal sean “falibles” en los demás casos. Junto a la infalibilidad, existe el carisma de asistencia del Espíritu Santo, concedido a Pedro y a sus sucesores para que iluminen bien al pueblo cristiano. Este carisma no se limita a los casos excepcionales, sino que abarca en medida diferente todo el ejercicio del magisterio. Es lo que se conoce como magisterio ordinario del Papa. Por lo tanto, el Papa es maestro de la verdad también con su magisterio ordinario.

El primado del Papa y la unidad de los cristianos.


El primado del Papa no fue obstáculo para la unidad de los cristianos durante el primer milenio.
La primacía del obispo de Roma fue reconocida por todos desde el principio; los primeros testimonios documentales se remontan al siglo I, cuando la Iglesia de Corinto recurrió al Papa san Clemente para que dirimiera sus disputas internas. Las aclamaciones a la carta dogmática enviada por el Papa León I Magno al Concilio de Calcedonia (451) -‘¡Pedro ha hablado por boca de León!’- atestiguan hasta qué punto el primado pontificio era garantía para todos los cristianos, occidentales y orientales, de la unidad en la fe.

Fueron hechos posteriores los que motivaron la ruptura de la unidad, primero en Oriente, con el cisma de 1054, y luego en Occidente, con la Reforma protestante. Por eso Juan Pablo II alentó a todos los cristianos a poner la mirada en el primer milenio, a fin de hallar vías para superar las divisiones.

-LA VERDADERA COMUNIÓN CON EL PAPA


«La voz del Papa no es una voz como las demás»
.

Lo dijo el arzobispo Antonio Filipazzi, Nuncio apostólico en Indonesia, durante una homilía que pronunció en la catedral de Jakarta en junio de 2012.
Citando el Concilio Vaticano II, el Nuncio subrayó que «es muy importante que cada fiel y cada comunidad cristiana esté en plena comunión con el Papa».
«No se trata simplemente de un sentimiento de simpatía, de un interés intelectual por lo que dice, o de actos solamente exteriores de entusiasmo para con él. Hay que estar ligados al Papa con vínculos objetivos, visibles, concretos, con esos vínculos que nos unen entre nosotros en la Iglesia».
Monseñor Filipazzi después indicó los tres vínculos de unidad con el sucesor de Pedro.

Sobre todo, la fe:

Por ello, la voz del Papa no es comparable con «las opiniones de los teólogos, ni siquiera con la de los obispos, sino que es un criterio determinante para evaluar las doctrinas que se enseñan y se predican en la Iglesia, y las opiniones y las teorías que se difunden en la sociedad... El Papa no necesita nuestros aplausos cuando habla, sino que es necesario que su enseñanza se convierta en el punto de referencia constante para nuestros pensamientos y nuestras acciones».

Origen de la celebración

La Basílica de San Juan de Letrán fue consagrada por el Papa San Silvestre el 9 de noviembre del 324. Se le llama Basílica “de San Juan” porque tiene dos capillas importantes, una en honor a San Juan Bautista y otra en honor de San Juan Evangelista.

También se le conoce como “Basílica del Divino Salvador”, ya que en el año 787, cuando fue nuevamente consagrada, una imagen del Divino Salvador milagrosamente derramó sangre.

La fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán empezó siendo una celebración local, circunscrita a la ciudad de Roma, pero que luego se extendió a toda la Iglesia de rito romano con el propósito de honrar a la iglesia “madre y cabeza de todas las iglesias de la Urbe y el Orbe”.

Dado que es la Catedral del Papa, al tomar posesión en ella, muestra el supremo poder eclesiástico sobre Roma y el mundo. Sede de varios concilios, allí se firmó el Tratado de Letrán, por el que Pío XI logró la libertad del Papa de todo soberano temporal y el libre ejercicio de la misión evangelizadora. Pero un lugar que también ha sufrido saqueos y sacrilegios. Cuenta la tradición que el Emperador sufrió la lepra y que fue curado milagrosamente por lo que construyó esta Basílica.

Los visitantes y peregrinos que llegan a Letrán, pueden leer en el frontispicio de la gran basílica: Por derecho papal e imperial, se ordenó que yo fuera la madre de todas las iglesias. Cuando se terminó mi construcción, determinaron dedicarme al Divino Salvador, dador del reino celestial. Por nuestra parte, oh Cristo, a ti nos dirigimos con humilde súplica para pedirte que de este templo ilustre hagas tu residencia gloriosa.


Estilos arquitectónicos: Arquitectura del Barroco, Arquitectura neoclásica, Arquitectura paleocristiana.